EL PUNTO DE VISTA MATERNO EN LA LLAVE DE SARAH

Y pasamos de la Cuna de la Bandera argentina a la Ciudad Luz. Una ciudad conocida por su cultura y su historia, pero también que nos cuenta la historia de una expatriada estadounidense que quiere averiguar una historia que es de los episodios más vergonzosos de la historia francesa del siglo XX y al mismo tiempo tiene que confrontar los problemas en su matrimonio. Esa es la historia de La llave de Sarah de la escritora francesa Tatiana de Rosnay.

Aunque la novela fue de mi agrado (de hecho, es una novela que no pude dejar de leer), esta resulta ser más compleja y con más temáticas de lo que esperaba, por lo que esta entrada no se centrará en la novela como tal, sino en el rol materno de los dos personajes femeninos principales: Julia Jarmond y Sarah Rainsferd, así como a Mamé, la abuela política de Julia.

Julia Jarmond es una bostoniana que vive desde hace veinticinco años en Francia. Está casada con Bertrand Tézac, un arquitecto francés, con el que tiene una hija: Zoë, que al inicio de la novela tiene once años. Es una mujer criada en un ambiente estable y culto, que se fue a vivir a París, pues estaba fascinada con la cultura francesa desde su niñez.

A pesar de llevar veinticinco años en Francia y tener amigos cercanos que la aprecian, Julia nunca ha logrado que su familia política o que su círculo social la vea como una más de ellos, sino que, para ellos, siempre ha sido «la americana» y a menudo la llaman así, salvo sus amigos más cercanos o en su trabajo, aunque esto último se debe a que su jefe también es estadounidense. Nunca usa su apellido de casada, prefiriendo que la llamen miss Jarmond.

La maternidad no ha sido fácil para Julia. Antes de tener a Zoë, tuvo varios abortos espontáneos y en el momento en que la novela empieza, ya ha desistido de tener un segundo hijo porque después de Zoë tuvo dos abortos más y un embarazo ectópico que le causó graves secuelas físicas y psicológicas. Por todo ello, Julia se dedica solo a su trabajo y a su hija, a la que ama con todo su corazón.

Cuando su jefe le pide que haga una investigación sobre la redada del Velódromo de Invierno, de la que se cumplían en ese momento 60 años1, Julia sabe que no será una tarea fácil pues los franceses son reacios a hablar de este capítulo de su historia. Sin embargo, su instinto investigativo de periodista es más fuerte y decide entrevistar a testigos oculares, a hijos y a nietos de judíos que sobrevivieron a dicha redada. Pronto entiende que si los franceses no quieren hablar sobre ese evento se debe a la vergüenza que sienten al respecto por haber colaborado con las autoridades nazis.

Julia es muy cercana a su hija Zoë, la cual es una niña muy perceptiva y madura para su edad. Ambas han desarrollado una gran complicidad al punto que Zoë apoya a su madre en la investigación cuando nadie más de la familia quiere hacerlo.

A medida que escudriña en la historia sobre Vel d’Hiv, a Julia le llama la atención Sarah Starzynski, una niña que fue capturada en la redada pero de la que no se tienen más registros de que ya ha sido enviada a algún campo, por lo tanto es probable que haya escapado. Esto la orienta a buscar sobre su paradero y al mismo tiempo, una revelación inesperada pone a prueba su deseo de ser madre sobre los deseos de su esposo, que no quiere ser padre a los cincuenta años, por lo que se debate en si decide tener otro hijo luego de muchos años de desilusiones o seguir en un matrimonio que no está pasando por el mejor momento. Zoë, con su perspicacia, detecta lo que está pasando y sabe lo que quiere su madre contra los deseos de su padre. De nuevo la apoya, algo que se refuerza más cuando se revela el verdadero rol de la familia Tézac para con Sarah y Zoë revela que quiere ser como su madre, una mujer determinada y dispuesta a escudriñar en la verdad.

Por su parte, Sarah Starzynski Rainsferd es la madre de William Rainsferd, el cual pareciera un personaje secundario, pero que en el último tercio adquiere el protagonismo que tenía su madre. Lo poco que se sabe de Sarah Rainsferd es que fue una francesa que se fue a vivir a los Estados Unidos a la edad de 20 años para alejar de su tortuoso pasado, del cual el lector es testigo a medida que la novela avanza y que ella nunca le revela ni a su esposo ni a su hijo. Si bien era una madre cariñosa atenta y cariñosa con William, este reconoce que ella siempre había de tristeza y soledad en ella, algo que tendría que ver con su muerte a los 40 años en circunstancias extrañas. Es su pasado lo que Julia quiere averiguar y en cierta forma ayuda a William a saber y comprender mejor a esa madre callada y triste.

En cuanto a Marcelle «Mamé» Tézac, la matriarca de los Tézac, es una mujer que por fuera es vigorosa y elegante pero que está siendo consumida lentamente por el Alzheimer. Demuestra su determinación al decir que la única madame Tézac es ella, incluso por encima de su nuera. Es la única de los Tézac que acepta a Julia sin ningún tipo de prejuicio sobre su nacionalidad y por ello siempre busca que respetan a Julia, aunque no comparta su misma idiosincrasia, demostrando que su palabra está por encima de la de cualquier, incluso sobre su propio hijo. Cuando Julia le pregunta a Mamé que tanto recuerda del Vel d’Hiv, algo difícil por el Alzheimer, Mamé se muestra contrariada y se niega a hablar. Más adelante se revela que Mamé oculta mucho más de lo que parece y que sabe hechos que su familia le ocultó o intentó ocultarle, algo que comparte con Zoë antes de que un derrame cerebral la incapacite por completo.

Julia, Sarah y Mamé son mujeres que viven o vivieron su maternidad de manera diferente. Julia ama a Zoë y ambas tienen una relación tan unida que su hija la apoya en todas sus decisiones. Al mismo tiempo, quiere saber sobre el pasado de Sarah, una mujer que es un enigma para su hijo a pesar de lo buena y cariñosa que fue con él. Para Mamé, lo más importante es su familia y su bienestar, pero al mismo tiempo demuestra su autoridad y su disgusto cuando las acciones de su familia no le parecen adecuadas.

Me gustaría tratar un poco más sobre el personaje de Sarah en una futura entrada sobre la novela, así como todos los temas que la misma novela plantea, por lo que el próximo año haré un análisis sobre la novela. La otra semana analizaremos una novela que trata sobre el dolor de perder a una madre y esposa. Hasta entonces.

NOTAS

1 La historia se desarrolla entre mayo y noviembre de 2002, con varias analepsis a 1942 y un epílogo ambientado en mayo de 2005.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TIERRA DE JAUJA