LA FAMILIA KARNOVSKY

La lectura se extendió más de lo usual y hubo otras circunstancias, por lo que me tomó dos semanas concluirla, pero finalmente terminé de leer La familia Karnovsky del escritor Israel Yehoshua Singer, publicada en 1943.

La novela se compone de tres partes, cada una con el nombre de los personajes principales de la misma, con trece, diecinueve y trece capítulos, respectivamente. La historia comienza a finales del siglo XIX y termina a mediados de la década de 1930, y se desarrolla en Melnitz, luego en Berlín y por último, en la ciudad de Nueva York.

Como dije antes, los protagonistas de La familia Karnovsky son tres: David, el abuelo; Georg, el padre; y Yegor, el hijo. Tres generaciones de una misma familia que deben lidiar con los cambios económicos, políticos y sociales que sufre Alemania durante las primeras tres décadas del siglo XX.

David Karnovsky es el patriarca de la familia y un respetado rabino. Oriundo de Polonia, huyó de allí a causa de un incidente durante un estudio religioso en la sinagoga local y se estableció en Berlín con su esposa Lea. Allí nacerían sus hijos Georg y Rebecca. Desde su decisión de irse de Melnitz, siempre considerará que siempre se debe honrar a los ancestros y a su religión judía.

En Berlín, David se convierte en un destacado rabino, llegando a desear es que Georg siga sus pasos. Sin embargo, su hijo contradice sus deseos y decide tener una carrera universitaria, algo que decepciona demasiado a David y abre una brecha emocional que tardaría años en cerrarse, pues él no acepta las decisiones que toma su hijo, como rechazar a la hija de su vecino y luego casarse con una gentil. Solo cuando su nieto empieza a adoptar la ideología nazi, David se reconcilia con Georg y acepta a Teresa como su nuera, porque sabe que eso es una amenaza para su cultura, su religión y sobre todo, para su familia. Por eso, él y toda la familia, a excepción de Rebecca, parte a los Estados Unidos.

Moses Georg Karnovsky es el hijo de David. Su padre tiene la esperanza de que él siga la tradición familiar y se convierta en rabino, pero Georg decide que la vida religiosa no es para él y decide asistir a la universidad, primero estudiando filosofía y, luego de conocer al doctor Landau y a su hija Elsa, se cambia a medicina.

Pese a que al principio estudia medicina solo para conquistar y estar cerca de una mujer, Georg se da cuenta de que la medicina es su verdadera vocación, pese a la oposición de su padre, no por la elección de carrera sino por no seguir sus pasos. Gracias a su rápida intervención durante la cesárea de la hija de un embajador luego de que su mentor sufre una repentina apoplejía, Georg se convierte en un destacado ginecólogo en Berlín, muy solicitado tanto por mujeres judías como por gentiles.

Al principio, Georg se enamora de la también médica Elsa Landau, pero esta rechaza su propuesta de matrimonio. Al mismo tiempo, Georg también rechaza a Ruth Burak, la hija de un rabino amigo y vecino de su padre, algo que separa a padre e hijo y también a los Karnovsky y a los Burak. La relación entre él y David se rompe casi por completo cuando Georg se enamora y se casa con Teresa Holbeck, una enfermera de religión protestante, algo que lo distancia por varios años de su padre.

Aunque su matrimonio con Teresa resulta bien avenido y pronto tienen un hijo, Yegor, lo absorbente de su profesión hace que muchas veces no le dedique suficiente tiempo tanto a Teresa como a Yegor, lo cual sería determinante en que Yegor adopte la ideología nazi luego de un incidente en el colegio.

En un intento de salvar a su hijo de seguir contaminándose con el nazismo, Georg decide irse con sus padres, con Teresa y con Yegor a Nueva York. Sin embargo, el cambio de ambiente solo empeora la relación entre padre e hijo.

Joachim Georg “Yegor” o “Yegorgen” Karnovsky es el hijo de Georg y nieto de David. Aunque su padre lo circuncidó como parte de los ritos judíos, Yegor no fue educado en la religión judía y menos en el protestantismo de su madre. Al tener un padre casi siempre ausente, ve como una figura paterna a su tío Hugo, un hombre antisemita y militarista, por lo que pronto adopta las creencias de su tío como propias.

Con el tiempo, Yegor empieza a rechazar su ascendencia judía, pero un terrible incidente en el colegio cambia su manera de pensar y no para bien. Desprecia la educación y rechaza por completo su origen judío y por ende, a su padre, únicamente acercándose a su madre al considerarla aria. Incluso a su llegada a Nueva York, sigue mostrándose hostil y renegando de los judíos, algo que lo distancia no solo de su padre, sino también de la comunidad judía en la que vive. Incluso intenta que él y su madre regresen a Alemania, a lo que esta última se niega, por lo que decide involucrarse con un funcionario nazi que vive en Nueva York, en un vano intento de regresar a una Alemania que nunca lo aceptará por no ser un verdadero ario, así él se considere uno.

Yegor tiene tres grandes defectos que lo llevan a la desgracia: su soberbia, su intransigencia y tomarse las cosas demasiado en serio, a lo que también se le podría sumar la ingenuidad. Todo ello hace que él desperdicie todas las oportunidades que se le presentan. En lugar de adaptarse a la ciudad como su padre le insiste tanto, sigue sin aceptar su origen judío y buscando la forma de regresar a una vida que nunca recuperará. No solo eso, cuando empieza a trabajar como informante para el doctor Zerbe, solo está dispuesto a recibir órdenes, sin entender que lo que su jefe quiere es que se involucre con la sociedad judía para que pueda darle información sobre judíos exiliados que son un peligro para los nazis como Elsa Landau, ex parlamentaria y amiga del padre de Yegor. Pero Yegor, en su necio rechazo a todo lo judío, no es un buen informante y es despedido, viéndose obligado a malvivir a través de trabajos temporales.

El doctor Zerbe es un funcionario alemán, posiblemente una especie de cónsul en la ciudad de Nueva York. Es un hombre que desprecia su trabajo por considerar que debería estar en un puesto de importancia en su país, no en un cargo diplomático de baja importancia. A pesar de que cree firmemente en la ideología nazi, Zerbe posee una gran admiración y envidia por la clase intelectual judía, por lo que siente la necesidad de espiar esos círculos para encontrar y deshacerse de los focos de resistencia opositores al nazismo en Nueva York.

Cuando el doctor Zerbe conoce a Yegor, cree que ha encontrado al informante perfecto, pues al ser Yegor un mischling cree que él podrá espiar con mucha facilidad a personalidades destacadas de la comunidad judía neoyorquina. Además, le promete que si cumple su trabajo, lo declararía ario honorario y podría regresar a Alemania. Para su desilusión, pronto entiende que Yegor solo quiere recibir órdenes pero no las quiere seguir como es debido a causa de su fanatismo desmedido, que lo hace despreciar todo lo que tenga ver con su padre, lo que incluye la cultura judía. Por eso, Zerbe lo despide.

Lea Karnovsky (nacida Milner) es la esposa de David y la madre de Georg y Rebeca. Desciende de una familia de rabinos. Junto con su esposo David, emigraron de Melnitz a Alemania. A diferencia de su esposo, nunca logró dominar por completo el idioma alemán por lo que jamás se adaptó a la sociedad alemana, siempre sintiéndose más cómoda hablando en yidis, su lengua materna.

Al tener a Georg y conforme este va creciendo, se siente solitaria ante una sociedad a la que no es capaz de adaptarse y menos aún socializar, incluso a pesar de tener a Rebeca cuando ya no estaba en la flor de la juventud. Sin embargo, demuestra su capacidad de aceptar a los gentiles cuando entablar relación con Teresa, la esposa de Georg, al punto de enseñarle a cocinar comida judía. Pero a pesar de llevarse con su nuera, sigue sintiéndose como una extraña hasta que todos emigran a los Estados Unidos. Allí Lea conoce a otros judíos que conservan el yidis y las costumbres de Melnitz y finalmente logra lo siempre deseó: socializar con las personas.

Teresa Holbeck (más tarde Karnovsky) es la esposa de Georg y la madre de Yegor. Ella conoce a Georg cuando él realiza sus prácticas en un hospital en el que ella era enfermera. Ambos se enamoran mutuamente, se casan y cuando tienen a su primer (y único) hijo, ella está de acuerdo con que Georg circuncide a su hijo. A lo largo de la novela, vemos que Teresa es una esposa y madre abnegada, que considera que la lealtad a su esposo y a la familia son lo primero, por lo que se muestra entristecida cuando Yegor le propone que regresen juntos a Alemania, debido a lo fanatizado que está su hijo y por el amor que ella siente por su esposo.

Rebeca Karnovsky es la hija menor de David y Lea y la hermana menor de Georg. Al principio, se la muestra como una muchacha impresionable y algo ingenua, pues se muestra fascinada ante Hugo Holbeck, el cuñado de su hermano, solo para sufrir una enorme decepción al ver como este hombre la desprecia por ser judía. Ante esto, decide dejar de ilusionar con hombres como Hugo y decide casarse con Rudolf Richard “Rudi” Landskroner, un violinista mediocre, pobre y varios años mayor que ella.

Aunque sus padres no lo consideran adecuado para su hija, de todos modos no tienen más opción que aceptar el matrimonio porque todos los posibles pretendientes que Rebeca podría haber tenido ya habían emigrado de Alemania, no podían darle una dote y al menos el hombre era judío. Es la única de su familia que se queda en el país teutón, por lo que su destino, el de su esposo y sus hijos queda en el aire ante el cambio de lugar en la tercera parte.

Hugo Holbeck es el hermano de Teresa. Veterano de la I Guerra Mundial, es un ser cínico, antisemita y como considera su madre, un bueno para nada, pues no trabaja e incluso insulta el trabajo de Teresa como enfermera, aunque en parte se debe a una lesión en la pierna, producto de una batalla. En lo único que sobresale es en su antisemitismo y nada más.

Hugo se convierte en una figura paterna para Yegor ante la ausencia emocional del padre del chico y ante el ascenso del nazismo, se convierte en un miembro más del Partido Nazi, con el que se siente cómodo al creer en los mismos principios. Es él que le inculca los preceptos nazis a Yegor, al punto de llevarlo a despreciar a su padre, en parte porque Hugo odia a su cuñado por ser judío. Desaparece en la tercera parte al emigrar los Karnovsky a Estados Unidos.

Frau Holbeck es la madre de Teresa y la abuela materna de Yegor. Se ve obligada a hacerse cargo de cobrar el alquiler de los apartamentos que ella regenta después de que su esposo sucumbe a la influenza de 1918. No es fácil para ella ver que su hija tenga que trabajar y que su hijo no quiera trabajar. A pesar de que ella sabe que si su esposo estuviera vivo, Teresa no hubiera podido casarse con Georg y que Hugo no lo aprueba por ser judío, al mismo tiempo le agrada Georg y sabe que él es la mejor opción para su hija ante la situación económica de la familia. Desaparece en la tercera parte cuando los Karnovsky se trasladan a Nueva York.

Elsa Landau es el primer amor de Georg y una política destacada. Lo que más destaca de su apariencia física es su cabello rojo. Siendo la única hija del doctor Landau, su padre le enseña sobre medicina, la educa en el vegetarianismo y ella ejerce como su asistenta. Fue debido a estar cerca de ella que Georg decide hacerse médico, sin siquiera saber que terminaría amando la profesión. Siendo una mujer feminista y socialista, Elsa rechaza la propuesta de matrimonio de Georg para seguir con sus ambiciones de convertirse en una célebre política. Si bien logra tener éxito en esto, ella lamenta un poco haber quedado soltera para ser política, más aún ante la vejez de su padre.

Con el ascenso del nazismo, este empieza a perseguir a los socialistas y a los judíos, con Elsa convirtiéndose en una de sus más acérrimos opositores. Por ello, la encarcelan por un tiempo hasta que finalmente la liberan con la condición de que abandone Alemania y no denuncie las arbitrariedades del régimen nazi en el exterior. Es ella el principal objetivo del doctor Zerbe, que insiste en que Yegor la investigue y la espíe, algo que este, en su intransigente rechazo a todo lo que tenga que ver con el judaísmo, se niega a realizar.

El doctor Landau es el primer mentor de Georg. Competente en su campo pero un poco malhumorado y excéntrico con su alimentación (es vegetariano), él le hace ver a Georg que la filosofía no puede ser aplicada en la vida real. Crío solo a Elsa luego de la muerte de su esposa, aunque eso no le impide regañarla de vez en cuando.

En la tercera parte, se ve obligado a soportar las dificultades que implica solo atender a pacientes judíos, dadas las leyes que la Alemania Nazi ha implementado en contra de los judíos. También debe hacer frente a la soledad luego de la muerte de su empleada de toda la vida y del encarcelamiento de Elsa. Aunque no desea irse a Estados Unidos por considerar que está muy viejo para ello, Elsa no está dispuesta a irse sin él, por lo que acepta. Debido a su poco dominio del inglés, no logra ejercer como médico en Nueva York pero igual consigue un nuevo empleo en donde se siente útil.

La novela explora a tres generaciones de hombres de una misma familia, los cuales viven su herencia judía de distintas maneras. Para David, su religión es lo más importante; para él, ser judío es su vida, seguir las leyes le da sentido a su vida y es importante que en su familia todos las sigan y mantengan las tradiciones lo mejor que puedan.

En el caso de Georg, la religión no es tan importante y de hecho él prefiere llevar una existencia secular, a excepción de circundar a Yegor como una forma de lograr el aprecio de su padre porque, a pesar de que Georg no considera que ser judío sea tan importante, él siempre busca la aprobación de su padre. Pero cuando el nazismo amenaza lo más importante en su vida que es su hijo, hará todo lo posible para que este se desprenda de toda esa ideología en la que ha sido educado.

Yegor es el más afectado con la llegada del nazismo. Su cercanía con su tío Hugo y un incidente en el colegio lo hacen rechazar por completo todo lo que tenga que ver con el judaísmo al punto de incluso odiar a su propio padre y desearle la muerte solo para poder regresar a Alemania. Sin embargo, es incapaz de aceptar que nunca será considerado un ario y cuando se mete en un plan para poder volver a Alemania, pronto entiende que ese deseo no es más que una ilusión y que las ideas en las que tanto creyó solo le trajeron dolor a su vida.

Además de la vida de los Karnovsky, La familia Karnovsky explora los distintos sucesos históricos que afectaron a Alemania en las primeras décadas del siglo XX como la I Guerra Mundial, la hiperinflación de 1921-1923, la Gran Depresión y el ascenso de Hitler en 1933. Todos esos acontecimientos ayudaron a forjar el pensamiento y la actitud de los Karnovsky.

A pesar de que realmente la novela mantiene su ritmo y cumple con su objetivo de mostrar la vida de los tres hombres Karnovsky, el final abierto de la novela deja al lector con la miel en los labios. No se debe prestar a malinterpretaciones: hay finales abiertos que dejan que el lector imagine lo que va a pasar, siempre y cuando no dejen cabos sueltos. Por desgracia, esto es lo que ocurre con La familia Karnovsky. Hay muchos destinos que quedaron sin resolver y el evento final solo hace que quieras saberlo aún más, sabiendo que nunca lo leeremos. Cabe destacar que la novela se publicó en 1943, en plena II Guerra Mundial, y aun no sabía con claridad lo que ocurría en Alemania por completo y mucho menos el destino de la guerra estaba claro, así que es natural que Singer decidiera no darle una resolución a su novela.

Con esto, termino el Mes del Padre. Como los meses anteriores, no ha sido fácil compaginar la universidad con el blog pero logré la meta de sacar la última entrada para el fin de semana del Día del Padre. Espero que para el próximo año pueda hacer un trabajo más seguido. Buenas noches y hasta pronto.

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