EL PUNTO DE VISTA PATERNO EN HAMLET

Para iniciar el Mes del Padre, lo haré con la clásica obra de teatro Hamlet de William Shakespeare. Sin embargo, la analizaré desde un enfoque que he estado haciendo desde que comencé el blog hace más de 6 años. Viendo el título, ya tienen idea de que hablo y así es: analizaré Hamlet desde el punto de vista paterno, pero en este caso indagaré sobre la influencia que sus padres tuvieron en Hamlet, Laertes y Fortinbrás, y como eso es determinante en sus vidas.

HAMLET

La muerte del rey Hamlet causa un enorme vuelco en la corte de Elsinor, pero sobre todo en su hijo Hamlet, que no puede creer que su madre Gertrudis se haya casado con su tío Claudio en tan poco tiempo. Por el contrario, Hamlet aún le guarda luto a su padre, que para él, “era un hombre, de todo a todo: nunca volveré a ver quien se le iguale.” (p. 315).

Esta frase muestra la manera en la que Hamlet veía a su padre: un hombre que logró mantener unido a su país y al mismo tiempo era querido y respetado no solo por su pueblo, sino también por el propio Hamlet. Ahora el joven siente que, con el rápido matrimonio de su madre y su tío, se le está faltando el respeto a su padre, que no tiene mucho tiempo de fallecido. Además, nadie comprende su melancolía y sí, se diría su depresión. De hecho, su tío Claudio le reprocha esto:

Es un dolor nada viril, que muestra alguna voluntad descortés con los cielos, un corazón sin fuerza, una mente impaciente, un criterio bien simple y sin educación, pues eso que sabemos que ha de ser, y es tan común como la cosa más familiar al buen sentido, ¿por qué tendríamos, en nuestra oposición pueril, que tomárnosla a pecho? (…) Os rogamos echar por tierra este dolor indigno, y que penséis en nos como en un padre; pues tome nota el mundo de que sois vos el más cercano a nuestro trono, y de que con amor no menos noble que el que un padre amadísimo pueda dar a su hijo, os considero yo.

p. 312

 

Pero cuando Hamlet se encuentra con el fantasma de su padre, se entera de cómo su padre realmente murió y no puede creer que su tío y su madre tuvieran algo que ver en ello. Esto lo llena de dudas porque, por más que desee vengar a su padre, no está seguro sobre que decisiones debe tomar, por lo que finge locura para que nadie pueda saber qué está haciendo. Cuando Hamlet encuentra que su tío sí tuvo que ver con la muerte de su padre, esto hace que surjan más interrogantes en su mente, los cuales sin duda contribuirían a que su venganza implicara de más personas que no tenían nada que ver o tal vez sí.

LAERTES

Laertes es el hijo de Polonio, el chambelán de la corte. Por las pocas interacciones que tiene con su padre en la obra, es posible ver que su relación con él es menos tensa que la que Polonio tiene con Ofelia, pero es evidente que es tan entrometido en la vida de Laertes con en la de Ofelia.

De todos modos, para Laertes la familia es lo más importante pues cuando se entera de lo que le ocurre a su padre y a su hermana no tiene más pensamiento que la venganza contra el hombre que destruyó a su familia. Sin embargo, su misma ira es objeto de manipulación de un hombre que quiere hacer todo lo posible para conservar su posición, sin saber que dicho hombre esconde un terrible secreto que solo Hamlet conoce.

Finalmente, durante el duelo que Laertes tiene con Hamlet, el plan sale a flote y el primero le revela al segundo quién es el verdadero culpable de las desgracias que han ocurrido en el Castillo de Elsinor y perdona a Hamlet por lo que hizo.

FORTINBRÁS

El último de los personajes, Fortinbrás, quiere vengar a su padre como Hamlet y como Laertes, en su caso, se debe a que quiere recuperar los territorios que su padre perdió en una guerra con el rey Hamlet, además de que murió en manos de este. Para Fortinbrás, la única forma de vengar y honrar la memoria de su padre es haciendo conquistas hasta llegar a Dinamarca. Cuando logra su objetivo algo increíble e inesperado le ocurre al final.

 

En resumen, los tres hombres tienen una relación con sus padres en las que la venganza prima por sobre cualquier cosa. Sin embargo, los sentimientos que los tres poseen varían. Hamlet quiere vengar a su padre, pero manifiesta dudas sobre qué decisiones tomar y su mismo carácter indeciso contribuye a que cometa más errores que aciertos. Laertes está más decidido, pero su rabia lo hace presa de las típicas manipulaciones de la corte, algo en lo que él no está tan versado como Hamlet. En cambio, Fortinbrás tiene la determinación y la voluntad como para perseguir su objetivo, y quizá por ello termina recibiendo una gran recompensa al final de la obra. Para concluir, los tres buscan la forma de que hacer lo que consideran es lo correcto en nombre de sus padres.

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