SCARLETT
Advertencia: para aquellos que
no han leído la novela ni visto la miniserie, habrá algunos destripes.
La semana pasada analicé la novela Rhett Butler de Donald McCaig. Esta semana la elegida es la novela Scarlett de la escritora Alexandra Ripley, publicada en 1991 y recordada por ser uno de los más conocidos fanfiction (trabajos de ficción creados por fanáticos a partir de un trabajo original) de una obra literaria.
Scarlett es una novela de 89 capítulos
divididos en cuatro partes. La primera parte tiene nueve capítulos, la segunda
23, la segunda 14 y la cuarta y última 43, siendo esta la más larga. La
historia se desarrolla entre 1873 y 1880, entre el condado de Jonesboro y las
ciudades estadounidenses de Atlanta, Charleston y Savannah. Además, la cuarta
parte se ambienta en el condado de Meath, Irlanda.
La primera parte, Perdida en la oscuridad, se
desarrolla en Tara, a donde Scarlett va luego de la muerte de Melanie y el
abandono de Rhett. En esta parte, Scarlett debe presenciar la muerte de un ser
muy querido y cercano del que se ocupa de su cuidado durante su breve agonía.
En la segunda parte, Apostando fuerte, Scarlett
decide no regresar a Atlanta por los recuerdos amargos que le trae luego de las
muertes de Bonnie y Melanie, por lo que decide ir a Charleston a ver a sus tías
Pauline y Eulalie, y a conocer a la familia de Rhett, en particular a su madre
y a su hermana. Aunque logra llevarse bien con su suegra (que aún espera que
ella y Rhett tengan otro hijo tras la pérdida de Bonnie), no pasa lo mismo con
la hermana de Rhett. Además, a pesar de coincidir en muchos lugares, Rhett y
ella no logran concretar nada.
La tercera parte, Nueva vida, se desarrolla en
Savannah. Junto a sus tías, Scarlett llega a la vieja casa Robillard y conoce a
su abuelo. A diferencia de Charleston, Scarlett siente la vida en Savannah más rígida y aburrida que en Charleston debido al carácter estricto y casi
dictatorial del anciano. A pesar de esto, Scarlett tiene la oportunidad de
conocer a su familia paterna y de esta forma, logra conectarse por primera vez
con sus raíces irlandesas. Luego de rechazar la oferta de su abuelo de
convertirse en su heredera y de entablar amistad con su primo Colum, Scarlett
decide viajar con él hacia Irlanda para conocer más sobre la familia de su padre.
La cuarta parte, La torre, se desarrolla por
completo en el condado de Meath, en Irlanda, con algunas excepciones en Atlanta
y Dublín. Allí conoce a su centenaria abuela, que es su tocaya, y a los O’Hara
que nunca emigraron a los Estados Unidos. Al ver las injusticias de las que son
víctimas su familia a manos de sus apareceros, ella decide comprar las tierras que
solían pertenecer a los O’Hara para que vuelvan a ser de la familia, algo que
le vale el título de La O’Hara, es decir, la jefa de la familia O’Hara. Allí
descubre algo inesperado que le hace descubrir el amor como nunca antes lo
había sentido y al mismo tiempo quiere defenderlo a toda costa. Pero la
aparición de Lord Fenton y sus vínculos con un miembro de la Hermandad Feniana hacen
que los apareceros se vuelvan en contra de Scarlett, pero afortunadamente con
la ayuda de alguien ella logra salvarse a sí misma.
En esta novela encontramos a una Scarlett menos
caprichosa y déspota que la que vimos en la novela de Mitchell, pero igual de
persistente y decidida, pues ella sigue imponiendo su voluntad a donde quiera
que vaya como la líder nata que es. Una Scarlett que siente que ha perdido todo
lo que amaba tras las muertes de Bonnie, Melanie y un tercer personaje del que
se revela su identidad en la primera parte, además del abandono de Rhett. Sin
embargo, Scarlett no es el tipo de mujer que se rinde con facilidad puesto que
su pensamiento de conseguir lo que quiere no ha desaparecido, algo que parece
haber logrado en Irlanda, gracias a haberse conectado con sus raíces irlandesas,
algo que ella jamás hubiera imaginado
Sin embargo, su nuevo descubrimiento la pone en
la mira de la Hermandad Feniana, que consideran que ella debiera brindarle
lealtad a su causa, aunque a ella le parece indiferente. Para Scarlett, tener a
sus parientes irlandeses como sus propios aparceros es la mejor forma de
ejercer su voluntad sin el despotismo que una vez la caracterizó; sin embargo,
ella nunca imaginaría que su estancia en Irlanda le traería problemas y
desconfianza entre los pueblerinos.
En cuanto a sus hijos, con el dolor de su alma debe
aceptar que sus hijos mayores (Wade Hampton y Ella Lorena) son más felices
lejos de ella que a su lado; sin embargo, esta no sería la última vez que
ejercería su maternidad y esta vez de manera exitosa.
A pesar de que ella no busca atarse a ningún
hombre fuera de intentar volver con Rhett, hay un personaje que es un noble
anglo-irlandés que desea convertirla en su esposa y que le dé un hijo, algo que
Scarlett no puede darle por un evento que ocurre en una Víspera de Todos los
Santos.
Además de los personajes ya conocidos de Lo que
el viento se llevó, también aparecen personajes que son mencionados en la
novela de Mitchell pero que no habían sido representados en ella como las tías maternas de
Scarlett, la familia Butler, los O’Hara de Savannah e incluso el abuelo
Robillard, el cual en la novela de Mitchell apenas es citado. Estos
personajes se encargan de enriquecer una larga trama o añadir trama innecesaria,
dependiendo de cómo lo vea el lector.
Fuera de estos personajes, también surgen
personajes exclusivos de esta novela que serían relevantes para la historia
como Anne Hampton, Colum O’Hara, sacerdote y primo de Scarlett, la señora
Fitzpatrick, la cailleach1
Grainne, Lord Fenton y una pequeña niña sabia más allá de su edad para algunos o una chiquilla que es una bruja para
otros.
Leyendo la novela, se entiende por qué mucha
gente no estuvo conforme con la personalidad de Scarlett en esta novela. Es que
la Scarlett que muchos conocieron en Lo que el viento se llevó es muy diferente en esta novela porque ya no posee la rebeldía y el capricho que muchos lectores llegaron a
amar de ella. Es comprensible que muchos vean como Scarlett pasó de una
manipuladora voluntariosa a una mujer centrada y más altruista.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta
Scarlett está intentando buscar su norte, algo que le dé sentido a su vida tras
perder todo lo que realmente le importaba. Si para los que escucharon mi
radioclip sobre Scarlett recuerdan que les dije que ella era el ejemplo de una
persona que está sola en la cima, aquí ella ya no quiere sola
allí, quiere compartir lo que ha logrado con todos aquellos a los que alejo a
pesar de aquello pueda parecerle imposible.
Scarlett no es una novela para todo el mundo.
Para muchos, es una novela innecesariamente larga, llenas de capítulos que no
aportan mucho, de personajes que tampoco tienen demasiada importancia y de los
cuales se podría prescindir y con una protagonista que no es la misma mujer de
Lo que el viento se llevó. Yo pienso algo similar, junto con que la novela
tiene muchas inconsistencias que no se pueden pasar por alto. No sé si haya
sido necesaria que existiera esta novela, ya que al igual que la novela de
Donald McCaig, no creo que aporte demasiado.
NOTA
1 Significa
bruja en gaélico irlandés.
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