AL DIABLO CON LAS VACACIONES
Para empezar un nuevo mes, dejar un poco la
resaca de las vacaciones y antes de comenzar un nuevo Mes Colombiano, voy a
analizar la novela Al diablo con las vacaciones del español Pablo R. Nogueras.
Al diablo con las vacaciones es una novela
cómica de 18 capítulos y su argumento trata sobre Satanás dándole vacaciones a
los Siete Pecados Capitales, que después de doscientos años a cargo de las
almas que llegan al Infierno, aseguran que merecen descansar unos días. Por
ello, Satanás los envía a la Tierra de vacaciones; sin embargo, no se da cuenta
de que terminaría convirtiéndose en un problema cuando se desata una rebelión
en el Infierno.
Los personajes principales son Satanás, su
secretaría Perphidia (así está escrito en la novela, aunque en nuestro idioma
sea perfidia), y por supuesto, los Siete Pecados Capitales.
Satanás tiene el rol de rey del Infierno, el
cual funciona como una especie de monarquía constitucional, dadas las
descripciones que hacen de la estructura política del Infierno. Su rol está
descentralizado, ya que muchas de las funciones que este realizaba hace
doscientos años pasaron a manos de los Siete Pecados Capitales gracias a unas
formas que le puso Perphidia y que él firmó sin leerlas siquiera. Una de
ellas es organizar a las almas que llegan al Infierno y a los demonios que
trabajan bajo sus órdenes.
Precisamente el hecho de que los Siete Pecados
Capitales tengan única y exclusivamente estas funciones genera un problema
cuando estos salen de vacaciones y no hay nadie encargado de manejarlas porque
Satanás no tiene facultad sobre ellas. Esto genera una rebelión en el Infierno,
lo que hace que Satanás desea recuperar el control del Infierno, pero por
cosas, necesitar entrar a su oficina y no puede porque Perphidia tiene las
llaves y una relación con la rebelión de los demonios.
Perphidia es la secretaria de Satanás, con el
que ha estado por lo menos un millón de años. Antes de ir al Infierno, era
humana, por lo que tiene cierto conocimiento sobre los seres humanos, a
diferencia de otros demonios. Siendo astuta y pérfida, como su nombre lo
indica, Perphidia está detrás de la rebelión porque ella tiene motivos justos. Para
ponerlo de esta forma, Perphidia es el ejemplo de alguien que busca mejorar su
situación, sin importarle usar métodos caóticos y poco éticos para conseguir
dicho propósito. Otra muestra de “el fin justifica los medios”.
Los Siete Pecados Capitales también tienen su
propio protagonismo durante su estancia en la Tierra. Encarnados como la
familia Pliegas, los Pecados Capitales se quedan en un hotel llamado Paraíso de
las Dunas y cada uno asume un nombre y un rol dentro de la “familia”. Noten que
la inicial o al menos las dos primeras letras de los nombres asignados hacen
alusión a cada pecado.
Sonia de Pliegas, la abuela →Soberbia
Abelardo, su hijo →Avaricia
Iván, su nieto →Ira
Enriqueta, esposa de Abelardo →Envidia
Luis, esposo de Sonia →Lujuria
Gustavo, su nieto →Gula
Penélope, su nieta →Pereza
Su estancia allí resulta un dolor de cabeza
para el dueño y los trabajadores de dicho lugar debido a los problemas que
provocan precisamente por ser los Pecados Capitales. La Soberbia se la pasa insultando
a todos los que están a su alrededor, la Gula se come todo lo que encuentra, la
Lujuria intenta coquetear con mujeres, la Ira quiere pelear con
todos y quemar todo y la Envidia siente celos de lo bien vestida que siempre
está la Soberbia, por lo que siempre trata de imitar su indumentaria, aunque
siempre se ve ordinaria.
No sólo los Pecados Capitales crean caos en la
Tierra. Al no estar presentes en el Infierno y no hacer las tareas que se les
ha asignado, este no puede funcionar de manera adecuada porque no hay nadie más
autorizado para manejar las almas que llegan al Infierno, algo de lo que se aprovecha
Perphidia para sus propios intereses.
La novela muestra la burocracia de un
determinado lugar como si fuera una maquina y como el mal funcionamiento de un
engranaje puede afectar a dicha máquina. En efecto, así funciona el Infierno.
El hecho de que los Pecados Capitales no estén disponibles para autorizar sobre
las almas que llegan ni para dar ordenes a sus demonios subordinados hacen que
nada marche como es debido y que Satanás esté en medio de dicho desastre. Al
mismo tiempo él no puede dar ordenes a los subordinados porque ya no tiene ese
poder. En resumen, Al diablo con las vacaciones es una crítica a la burocracia
y su manejo.
Al final todo se resuelve de una forma bastante
sensata, pero al mismo tiempo llena de cosas hilarantes y astutas que dejan
satisfacción. No es una gran novela; sin embargo, si buscas una novela llena de
comedia y que se burle de una creencia común como el Infierno, este es el libro
indicado.
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