NAVIDAD SIN AMBIENTE
Para ambientarnos un poco en época navideña, esta semana voy a
presentar una entrada un poco particular e incluso triste. Es un cuento de
Miguel Delibes llamado Navidad sin ambiente.
Para ser un cuento tan corto (sólo tiene 4 páginas), tiene muchos
personajes y todos poseen pocas líneas. En total tiene 9 personajes: Chelo,
Cati, Raúl, Tomás, Elvi, Frutos, Toña, Elena y Rodrigo. Sin embargo, hay un
personaje que si bien ya no existe, su omnipresencia se siente: la madre de
todos.
Los hermanos intentan hacer la primera Navidad sin su madre, que
murió ese año. Aunque intentan hacer todo lo posible por celebrar dicha
festividad no pueden evitar sentir que no es lo mismo y que algo hace falta.
En Navidad sin ambiente hay una falta de unidad familiar. Cada uno
de los hermanos siente que la vida debe continuar y que se debe mantener la
tradición navideña pero sin importar cuanto lo intenten la Navidad no es la
misma:
- Cati, la más cercana a su madre, viste de negro a pesar de ser Navidad. Esto significa que aún mantiene luto por su madre. Intenta todo lo posible para mantener las costumbres navideñas que impartía su madre; en cambio es criticada por sus hermanos, en especial Raúl y Elvi.
- Raúl y Tomás, que son económicamente estables, se muestran fríos y superficiales. Incluso Raúl pareciera no haber guardado mucho luto por su madre.
- Elvi critica de manera constante la oración de Cati y el peso y la manera de comer y beber de Raúl.
- Frutos se queja con frecuencia de que algo falta y que la cena navideña no es igual a cuando vivía su madre.
- Las líneas de Toña reflejan la falta de espíritu que hay en la cena navideña, así como su descontento con ello.
- Rodrigo parece extrañar a su madre como lo demuestra su forma de hablar, aunque no lo admita.
Para decirlo de forma simple: los hermanos quieren mantener la
Navidad como lo hacía su madre pero son ellos mismos los que se encargan de
estropearla con sus quejas y sus discusiones sin darse cuenta que es la unidad
familiar, que era lo que profesaba su madre, la que da sentido a la cena de
Navidad.
Este relato de Delibes tiene el estilo conmovedor que también posee
La mortaja
y es muy parecida pues ambas tratan sobre la herencia de los padres. Sin
embargo, mientras el protagonista de La mortaja intenta seguir adelante aunque
ya no tenga a su progenitor, en Navidad sin ambiente las rencillas familiares
superan la unión entre hermanos y la destruyen por completo.
En mi opinión, no me sentí fascinada con el cuento. Siento que le
falta algo; tal vez porque los personajes son planos o porque es demasiado
corto pero es lo que ocurre aunque si alguien quiere un cuento navideño con un
estilo familiar que es contradictorio, este es uno que recomendaría.
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