EL VIOLÍN DE ROTHSCHILD
Esta semana, analizaré el cuento El violín de Rothschild del escritor ruso Antón Chéjov. El violín de Rothschild trata sobre un fabricante y vendedor de ataúdes que vive una existencia que él considera miserable y muestra un abierto desprecio por personas que no profesan la misma idiosincrasia que él, así estén en peor situación.
Nuestro protagonista, Yákov, es un hombre descontento y amargado con
la vida que lleva. Siempre ve el vaso medio vacío en todos los sentidos, porque
siente que sin importar lo haga, no hay ninguna oportunidad para él de tener
éxito en su profesión como fabricante y vendedor de ataúdes, de ser respetado o
ser un músico destacado. Además de ser un gran pesimista, Yákov tampoco es un
esposo ejemplar para su esposa Marfa, al ser indiferente con ella y,
posiblemente, sometiéndola a abuso emocional.
Otro gran problema de Yákov son sus enormes prejuicios. Tiende a
ver a los judíos como unos ladrones y envidia su talento para la música, como
se ve cuando siente desprecio por Rothschild, un flautista judío que toca en la
misma banda que Yákov. Incluso llega a sentir que es por ellos que no ha
logrado nada con su vida, cuando en realidad todo se debe a su manera de ser y
a las pocas oportunidades que tiene en su pequeña aldea.
Luego de la muerte de su esposa, Yákov comienza a enfermarse y recordar
las últimas palabras que su esposa y empieza en pensar en lo que ella le decía.
A medida que su vida se extingue, se da cuenta de lo mucho que hizo sufrir a
Marfa y que sus prejuicios antisemitas no tenían ningún sentido, pues los
judíos que lo rodeaban vivían en condiciones iguales o peores que las suyas,
por lo que una última decisión para resarcir el desprecio sin razón que mostró
hacia Rothschild.
Rothschild es un flautista en la banda donde toca Yákov. Se
desconoce su edad, aunque por su aspecto se deduce que es un hombre joven. A
pesar de llevar el apellido de una de las familias judías más poderosas del
mundo, su situación socioeconómica no es muy diferente de la de Yákov y aun así
es objeto del prejuicio antisemita de Yákov. De buena gana intenta hablar con
él solo para ser abroncado, algo que lo hizo tener miedo de Yákov. Esto es
evidente cuando, hacia el final del cuento, Rothschild va a ver a un moribundo
Yákov solo para que este le dé un regalo que se convertiría en algo valioso
para él, en el que puede expresar sus sentimientos, los de Yákov y los de
Marfa.
Marfa es la sufrida esposa de Yákov. Es una mujer que se ha
dedicado exclusivamente al hogar y se da a entender que nunca ha recibido una
muestra de cariño por parte de su esposo. Al parecer, ambos tuvieron una hija
que murió cuando era niña, algo que Yákov no recuerda, por lo que cree que es
una invención de Marfa.
Es posible que debido a lo triste que es la vida de Marfa, ella se
muestre tranquila y hasta feliz cuando Yákov descubre que se está muriendo. Marfa
sufre una lenta y triste agonía, pero sin antes recordar un evento agridulce en
su vida. La muerte de Marfa le pesaría a Yákov por el resto del cuento.
En este cuento, Chéjov nos muestra parte de las vivencias que
presenció durante sus viajes más allá de las principales ciudades rusas como la
dura vida que tenían los aldeanos de la estepa, las muertes por enfermedades
que hoy en día son prevenibles pero que en aquel entonces generaban una gran
mortandad y el antisemitismo, impuesto por la corona imperial rusa.
Todo está presente en la mente de Yákov y el ambiente que lo rodea.
Por desgracia, al ser un hombre un tanto resentido con la vida, que siente que
la misma lo trata a patadas y que, por ello, se muestra abrasivo con quien
quiera tratarlo, aun si se trata de su esposa. A través de Yákov, Chéjov hace
una crítica a la absurda manera en como los rusos ven a los que no comparten su
misma idiosincrasia y, de esta forma, muestra que sentir un gran desprecio por
los judíos solo porque algunos tienen un gran poder económico no tiene el menor
sentido como se ve cuando Yákov maltrata a Rothschild solo por ser judío. Para
él, los judíos de a pie no tienen porqué sufrir un ostracismo sin sentido, ya
la mayoría de ellos vivían en condiciones socioeconómicas iguales o hasta
peores que los rusos, pues ellos tenían restricciones sobre dónde vivir y cómo
trabajar, es decir, no podían vivir en cualquier ciudad ni realizar el trabajo.
Solo podían hacerlo en los lugares y trabajos designados por el zar.
Sin embargo, cabe destacar que lo que Yákov le da a Rothschild
muestra su deseo de que su tristeza siga trascendiendo aún en muerte y a través
de algo precioso, siendo Rothschild su principal difusor, de esta forma también
haciendo las paces con él.
El cuento es una mirada a esa Rusia profunda en la que las personas
debían de sobrevivir como pudiesen en medio de un clima hostil y un ambiente
deprimido, en pésimas condiciones de vida. También nos muestra como un hombre
solo es capaz de ver el lado malo de todo y es incapaz de buscar el lado
brillante, pero también como logra hacer las paces con una persona que no tenía
la culpa de sus frustraciones. El final deja que cada uno piense sobre lo quiso
hacer Yákov a través de Rothschild. Es una historia capaz de generar compasión y
entendimiento. Si se quiere leer historias en las que se critica a la sociedad
y a la vez genere todo tipo de sentimientos, este es el cuento indicado.
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