TARTUFO


Para comenzar un nuevo mes, lo haré con la obra de teatro Tartufo del comediante francés Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Moliére.
Moliére no sólo era comediógrafo sino que también actuaba, a menudo en sus propias producciones. Aunque cultivó especialmente la comedia, Moliére hizo crítica a través de ella sobre temas como la condición femenina, la avaricia y el apego excesivo por las apariencias. En Tartufo, Moliére muestra la hipocresía de la iglesia mediante el personaje homónimo.
El protagonista de la obra, Tartufo, es un hombre que finge ser un hombre profundamente religioso pero en realidad es manipulador, codicioso y tramposo. Despierta divisiones pues los que lo conocen lo consideran un fariseo mientras que aquellos que no lo han visto en persona creen que es un verdadero devoto. Cuando saca su verdadera naturaleza se apodera de lo que él cree que le corresponde.
El argumento consiste que Orgon, un hombre muy importante, se hace amigo de Tartufo, un hombre que se supone está comprometido con las causas religiosas, que a cambio le pide que le dé en matrimonio a su hija Mariana. Sin embargo todos se oponen no sólo Mariana ama a otro hombre sino porque saben cómo es Tartufo en realidad. Este último se aprovecha de la bondad e ingenuidad de Orgon y lo engaña.
Lo curioso de Tartufo es que casi todos los personajes sabían cómo era Tartufo e intentan advertirle a Orgon sobre él y que está a punto de cometer un error al abrirle las puertas de su casa y forzar a su hija a casarse con él, pero Orgon se niega a ver la realidad y desoye sus opiniones.
Orgon se muestra como alguien ingenuo y que se deja llevar por las apariencias. Prefiere casar a Mariana con Tartufo en lugar de Valerio, a quien ella ama, porque piensa que Tartufo es bueno y confiable ya que va a la iglesia con frecuencia y muestra ser devoto mientras que prefiere dar crédito a los rumores sobre la adicción al juego de Valerio sólo porque este no asiste a la iglesia. También desconfía de su hijo, Damis, cuando este intenta advertirle sobre las acciones de Tartufo. Sus acciones crean consecuencias negativas para él y para su familia cuando Tartufo se sale con la suya.
Sin embargo, cabe destacar que hay una palabra que Orgon valora más que la de Tartufo: su esposa Elmira, la cual es más sensata y menos ingenua que su esposo. A pesar de que sólo es la madrastra de Damis y Mariana, los aprecia como si fueran hijos suyos y respeta su opinión, por lo que ella si le cree a Damis. Es gracias a ella que Orgon se entera de cómo es Tartufo de verdad pues este intenta seducirla.
La obra es una crítica a la gente que se muestra devota en el exterior pero que en realidad no son lo que aparentan. Por ejemplo, Orgon describe la forma en la que Tartufo reza en la iglesia y cómo eso lo conmueve lo suficiente como para ofrecerle su casa y a su hija.
Sin embargo, hay personajes que creen que la verdadera devoción no está en los rezos y en las obras de caridad, sino en que los que juzgan al prójimo sin dejarse guiar por las apariencias. Uno de ellos es Cleanto, el cuñado de Orgon y hermano de Elmira, que le advierte sin éxito a Orgon sobre Tartufo y que lo acoge cuando Tartufo le quita todo a Orgon.
La obra se resuelve en la última escena mediante lo que se conoce como Deus ex machina. Un Deus ex machina es un recurso narrativo que consiste en que aparece algo o alguien que soluciona el problema principal en la trama. El Deus ex machina con frecuencia resuelve el argumento pero si no se usa de manera adecuada puede hacer que la solución sea inconsistente y absurda. En Tartufo, el Deus ex machina es usado de manera que la trama se mantenga consistente y no pierda el sentido.
Encontré Tartufo mejor de lo que esperaba. Su crítica a los creyentes se puede aplicar no sólo a las distintas religiones sino también a toda clase de instituciones pues muestra de forma directa la hipocresía de las personas y cómo dejarse influir por las apariencias pueden crear grandes problemas. Definitivamente lo recomiendo.

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