LOS NOVIOS


Para concluir este mes de septiembre, presento Los novios del escritor italiano Alessandro Manzoni, publicada en 1827, revisada y reeditada en 1842. La obra revisada de ese último año es la que haga llegado a nuestras manos. Su nombre original I promessi sposi, que puede significar tanto el título con el que se ha traducido durante mucho tiempo como también Los contrayentes.
La novela Los novios se desarrolla a lo largo de veinte meses, entre noviembre de 1628 y julio de 1630, en la región italiana de Lombardía cuando esta pertenecía a la Corona española, siendo los lugares más importantes mencionados el lago Como y las ciudades de Milán, Bérgamo y por último el pueblo de Lecco, por ser en el que probablemente se desarrolló gran parte de la acción. La novela se compone de 38 capítulos de entre 10 y 18 páginas cada uno, haciendo de Los novios una de las novelas más largas que he leído hasta el momento junto con El nombre de la rosa.
Los novios trata sobre una pareja de jóvenes de un pueblito cercano al lago Como: Lorenzo “Renzo” Tramaglino, hilador de profesión, y Lucia Mondella, la única hija de una viuda, Doña Agnese, que desean contraer matrimonio pero que no pueden por causa del aristócrata local, Don Rodrigo, que desea a Lucia. Después de una boda fallida, Renzo se ve obligado a huir a Milán y Lucia, junto con su madre, terminan en un convento de Monza, gracias a Fray Cristoforo, un monje capuchino que de verdad le interesa la felicidad de los jóvenes. Ni siquiera estando separados se alejan de los problemas, que parecen seguirlos a donde quiera que estén.
Antes de hablar sus destinos, hablaré un poco de la personalidad de Renzo y Lucia, aunque también pueden encontrar algo de ello en algunas ediciones impresas. Renzo es un huérfano que vive de hilar telas y tiene buenos sentimientos aunque es impulsivo y algo inconsciente, lo cual le crea problemas en su estancia en Milán; mientras que Lucia es una joven callada, piadosa y sumisa. Por su educación, su único refugio ante la adversidad son su fe y sus creencias.
Renzo se encuentra en medio de la hambruna que afectaba gravemente a Milán y los disturbios provocados por la grave situación. En un momento dado, Renzo pide pan y justicia por el pueblo y se gana una orden de captura por causar desorden público, pero también se le acusan de crímenes como homicidio y robo, de los cuales es inocente. Para evitar sospechas, Renzo se refugia con un primo suyo, Bortolo Castagneri, retoma su oficio de hilador y adopta el nombre de Antonio Rivola.
Lucia, por su parte, es dejada al cuidado de la abadesa del convento de Monza que si bien le agrada Lucia, se deja influenciar por su amante, un aristócrata conocido como Egidio, el cual la convence de sacar a Lucia del convento y llevarla con Don Rodrigo, para lo cual contratan al Innominado, un temido criminal de la región. El plan funciona pero el carácter piadoso y tranquilo de Lucia hace que el Innominado reconsidere cambiar su vida y la deje en libertad.
Entretanto, la hambruna en Milán degenera en la famosa peste de 1630. Debido a la mala alimentación de la población, la peste termina siendo devastadora aunque esta no distingue de clases sociales pues mueren tanto ricos como pobres, entre ellos Don Rodrigo, el mismo hombre que separó a Renzo y a Lucia. Tanto Renzo como Lucia padecen la peste pero ambos sobreviven.
Tan pronto como Renzo se recupera aprovecha el desorden imperante en Milán para buscar a Lucia. Se entera que está en el lazareto de la ciudad así que se dirige allá, encontrándose primero con fray Cristoforo, que había sido trasladado a otro pueblo (Rímini) pero que había regresado al enterarse de la epidemia para seguir con su vocación de ayudar al prójimo. En lugar de llevarlo con Lucia, lo lleva a ver al moribundo Don Rodrigo, para que pudiese perdonarle el mal que le había hecho. Aunque reluctante al principio, Renzo decide hacerlo cuando ve las condiciones en las que se encuentra dicho hombre.
Después de verse con Don Rodrigo, va a la sección de mujeres a donde finalmente encuentra a Lucia, sana, salva y atendiendo a una convaleciente. Surge una discusión en que Renzo quiere casarse con Lucia, pero esta ha tomado votos de castidad, lo que impide la unión. Para solucionar el inconveniente, fray Cristoforo aparece, le hace ver a Lucia que hay otras formas de honrar a Dios y la libera de sus votos.
Con la epidemia de peste ya levantada, Renzo y Lucia finalmente contraen matrimonio pero a causa de los sufrimientos padecidos deciden abandonar su pueblo natal y se establecen felizmente cerca de Bérgamo, no muy lejos del primo de Renzo, Bortolo.
A simple vista, la novela Los novios podría tratar sobre una pareja de novios. Sin embargo, es mucho más compleja que eso. También trata sobre la corrupción y es un poco crítica con la Iglesia Católica. Por ejemplo, personajes como Don Rodrigo y Don Ferrante, tío de este, abusan de su poder para realizar acciones que los beneficie sólo a ellos.
Don Rodrigo, para tener a Lucia sólo para él, amenaza a Don Abbondio, el sacerdote que la iba a casar junto con Renzo; a este último lo hace huir a Renzo y encima le inculpa de crímenes no cometidos para asegurarse de que no se reuniera con Lucia y a esta la hace raptar del convento donde se encuentra.
Don Ferrante se niega a aceptar las acciones de su sobrino. Peor aún, cuando ocurre la epidemia de peste, también se niega a reconocer las normas sanitarias implementadas y culpa de todo a una conjunción de Júpiter y Saturno, una teoría nada científica. El tener la mente cerrada les costaría la vida a él y a su esposa, pues ambos murieron de peste.
La Iglesia Católica también tiene su punto crítico al mostrar que algunos de sus representantes prefieren estar del lado de la clase noble en lugar de los pobres. Dos ejemplos son Don Abbondio y la abadesa de Monza. Sin embargo, también hay personajes que pertenecen a dicha religión y que de verdad se preocupan por los necesitados, como Fray Cristoforo, que actúa como figura paterna para los huérfanos Renzo y Lucia y que atiende a los enfermos de peste cuando se declara la epidemia. Otro ejemplo de un clérigo preocupado por los demás es el cardenal Federico Borromeo, un personaje que tiene base histórica.
Todo esto hace parte de la visión de la Iglesia Católica que proponía Manzoni. Para él, esta debía ser una institución que sirviera en pro de la humanidad, que brindara consuelo y asistencia al prójimo y que no impusiera sus creencias por la fuerza. Sin embargo y como se ve en la novela, criticaba las relaciones de la Iglesia Católica con la clase dominante y abogaba por una separación de estas.
En cuanto al romance, tiene un estilo bizantino. En las novelas bizantinas las parejas no estaban juntas de manera inmediata sino que siempre ocurría un evento que las separaban y tenían que pasar por toda clase de adversidades hasta que finalmente lograban encontrar el final feliz. Esto es lo que pasa con Renzo y Lucia. Ambos tienen que separarse, sufren toda clase de injusticias y ambos se contagian de peste, que logran superar. Cuando todos los conflictos que los han mantenido alejados se solucionan finalmente pueden casarse. Sin embargo, los dos sólo encuentran tranquilidad lejos del lugar donde se criaron.
Una de las cosas que no me gusta de Los novios es que para ser la pareja que le da el nombre a la novela, Renzo y Lucia no tienen muchas características ni tampoco demasiada evolución, especialmente Lucia. Esto los convierte en personajes planos, algo poco usual para los protagonistas de una obra literaria.
Sin embargo, los personajes secundarios son mucho más complejos e interesantes. Fray Cristoforo tiene un pasado oscuro pero aprendió a vivir con él y asumió una actitud de servir la humanidad para expiar su vida. A la abadesa de Monza le agrada Lucia, pero su crianza producto de su avaro padre, que le produjo un resentimiento contra las relaciones amorosas y su ingenuidad la hacen tomar una decisión equivocada. En cuanto al Innominado es un brutal criminal pero se debate entre seguir con su torcida vida o enmendarla. Al final elige este último camino.
Para mí, esta es una novela que debe ser considerada por su valor histórico, el cual fue hecho con suma rigurosidad. Esta es una de las razones por las que la considero una buena novela, pero no es una gran novela a causa de las debilidades de la misma.
Con esta novela concluyo este accidentado mes del Amor y la Amistad. Espero que lo hayan disfrutado también como yo.

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