BERENICE Y EL RETRATO OVAL

Antes de empezar con las reseñas me gustaría mencionar que en realidad había leído tres de las Narraciones Extraordinarias de Edgar Allan Poe, pero decidí que el tercero no es adecuado en este momento a causa de las actuales circunstancias en el mundo.
Pero volviendo al tema, las reseñas que les traigo hoy es sobre dos de los cuentos de Edgar Allan Poe: Berenice y El retrato oval.
BERENICE

El protagonista del cuento, Egaeus, está comprometido para casarse con su prima Berenice, pero ambos son muy distintos el uno del otro: Egaeus era retraído, y adoraba la biblioteca de su hogar, que era su única forma de aliviar sus tristezas; mientras que Berenice era alegre y llena de vitalidad.
De pronto ambos empezaron a padecer enfermedades: Egaeus se queda absorto por momentos y en cualquier lugar y Berenice empezó a padecer epilepsia y después de cada convulsión quedaba en un estado de catalepsia. Con el tiempo Berenice se deteriora de tal forma que para Egaeus lo único atractivo que le quedó fueron sus dientes.
Una noche estando en la biblioteca Egaeus soñó que escuchaba un grito y luego unos lamentos; en esto, se levanta y sale de la biblioteca y le pregunta a una criada que contesta que Berenice había muerto a causa de un ataque de epilepsia. Es enterrada precipitadamente.
Luego del entierro, Egaeus regresa a la biblioteca encuentra una extraña caja que pertenecía al médico de la familia, pero él no comprendía porque estaba en la biblioteca y tampoco le interesaba. Luego se sienta en la mesa y encuentra un libro con una frase subrayada: “Dicebant mihi sodales, si sepulchrum amicae visitarem, curas meas aliquantulum fore levatas”. Al leer la frase quedó aterrado y aún más cuando un criado entró y le contó de una tumba profanada con un cuerpo que había sido enterrado vivo y que le habían podido encontrar desfigurado pero con vida. Cuando Egaeus reacciona se da cuenta que está lleno de sangre y barro, que sus manos están llenas de heridas causadas por uñas y que hay una pala en la biblioteca. Desesperado, se dirige a la caja pero al tomar esta se cae y se rompe, revelando su contenido: instrumentos de cirugía y 32 dientes.
Como es visible, Egaeus representa a los intelectuales, personajes muy representados en los cuentos de Poe y Berenice es la típica mujer Poe; hermosa pero destinada a la tragedia. Se puede intuir que Egaeus no tenía ningún tipo de sentimiento romántico por Berenice (es evidente que su futura unión era concertada) y se fijó en sus dientes sólo por interés analítico, no amoroso. Este sentimiento fue lo que llevó a Egaeus a profanar la “tumba” de Berenice y le extrajo los dientes, puesto que se había obsesionado con ellos. Pero tampoco Berenice estaba muerta, sino que en realidad había tenido un ataque de catalepsia, producto de la epilepsia que padeció.
Por lo que describen Egaeus tendría también epilepsia, aunque diferente a la de Berenice debido a que se quedaba ensimismado por largos periodos, decía cosas sin sentido y actuaba erráticamente en esos momentos. Como en la epilepsia, Egaeus tampoco recordaba lo que hacía u ocurría cuando estaba en esos trances, por lo que se explica su sorpresa al encontrar la frase subrayada (la misma que aparece al principio del cuento) y cuando descubre los dientes en la caja. Un poco escabroso, ¿no?
EL RETRATO OVAL

En El retrato oval, un hombre y su criado llegan a un castillo recién abandonado cerca de los Apeninos. Se instalaron en una de las habitaciones menos suntuosas y más pequeñas. Al hombre le gusta la habitación y empieza a leer los libros de allí y a admirar los cuadros instalados, hasta que el retrato oval de una joven llama su atención y le gusta tanto que decide buscar la historia correspondiente con el número del retrato y halla una increíble historia.
El retrato era de una joven hermosa que se había casado con un pintor al cual amaba pero detestaba el arte porque sentía que este era un rival que le quitaba el amor de su esposo. Un día, su marido le dijo que quería hacerle un retrato y ella a pesar de no le gustaba el arte, acepta por lealtad a su esposo y humildad. El pintor y su esposa se sientan por horas y por días a realizar el retrato, pero a medida que el retrato va tomando forma la esposa comienza a debilitarse y el pintor se obsesionó tanto con el retrato que no dejaba que nadie lo viera y no le prestaba atención a su esposa, que se estaba debilitando. Cuando finalmente termina el retrato finalmente ve que su esposa ha muerto ya que toda su vida ha pasado al retrato.
En este cuento se observa algo típico de las historias de Poe; las obsesiones y las adicciones de los personajes que los llevan a la destrucción. En el caso del pintor, su adicción y su obsesión con el arte lo llevan a descuidar a su esposa y esto era algo que ella notaba; por eso sentía desplazada y al principio quería el pintor le prestara atención, pero cuando están realizando el cuadro, se da por vencida, sabiendo que aunque amara a su marido este no la amaba como ella a él y sucumbe a la muerte, representada por el arte.
Cuando el pintor le pide a su esposa que deje que él le haga el retrato para todos admiren su belleza, ella acepta a pesar de su disgusto por el arte. Sin darse cuenta, su belleza fue tristemente su condena, pues al realizarse el retrato su vida y su belleza fueron abandonándola y desplazándose al cuadro, al punto que cuando el retrato fue terminado ella murió, quedando su vida allí.

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