MALOS PADRES DE LA LITERATURA

Para empezar un nuevo Mes del Padre, haré un listado que sería la contraparte de la entrada anterior porque, así como hay malas madres, también hay padres que dejan mucho que desear. Padres abusivos, negligentes, nada dispuestos a asumir su responsabilidad e incluso perturbadores, varios de los padres de esta entrada son hombres que creen que son padres magníficos cuando en realidad no lo son en absoluto, hombres que siempre creen tener la razón, figuras ausentes por puro capricho y pura irresponsabilidad e incluso están aquellos que son aberrantes.

Para realizar esta entrada y al igual con las malas madres, analizaré a diez padres de la literatura que he analizado a lo largo de estos casi once años que tiene el blog, hablaré un poco sobre la relación con su descendencia e intentaré entender si sus acciones son justificables. Ahora bien, si no han leído algunos de estos trabajos literarios de los que hacen parte, tengan cuidado porque en algunos de ellos habrá destripes. No siendo más, empezaré.

SIR WALTER ELLIOT

 
 
De izquierda a derecha: Corin Redgrave en la adaptación de 1995, Anthony Head en la adaptación de 2007 y Richard E. Grant en la adaptación de 2022. 


Novela: Persuasión.

Padre de: Elizabeth Elliot, Anne Elliot y Mary (Elliot) Musgrove.

Comparado con los padres que le siguen en este artículo, en esencia Sir Walter no es tan despreciable; sin embargo, sí es bastante desagradable. No duda en fomentar un favoritismo parental hacía su hija mayor Elizabeth, que es básicamente una mini Walter femenina, en detrimento de sus hijas menores, en particular Anne, a la que considera como poca cosa solo porque carece de la personalidad altiva que él tiene y por su apariencia física más cercana a la de su difunta esposa. No es capaz de apreciar sus habilidades, su inteligencia ni su tranquila manera de ser, por lo que deja que sea Elizabeth la que administre Kellynch Hall, la casa familiar, tras la muerte de su esposa (a pesar de que Anne sería una mejor administradora), con nefastas consecuencias. En cuanto a Mary, la quiere un poco más que Anne solo porque se casó con la nobleza local pero tampoco la tiene en alta estima por lo mismo. Todo ello deja a Anne en una situación que se conoce como el síndrome del hijo del medio: menospreciada por su familia pero admirada por sus amigos y la familia política de su hermana.

Sir Walter es el tipo de persona que ve a los que no tienen sangre noble o real o un buen apellido como personas sin ningún tipo de importancia como se nota cuando le recrimina a Anne por ir a visitar a su amiga, la señora Smith, una viuda que ha caído en una situación precaria tras la muerte de su esposo y sus propios problemas de salud, en lugar de acompañar a Sir Walter y a Elizabeth a ver a Lady Dalrymple, una mujer perteneciente a la nobleza como ellos. Además, cree que su ascendencia le da el derecho de vivir por encima de sus posibilidades, lo que lo obliga a alquilar Kellynch a un rico marino retirado, gente a la que detesta más a que nada.

A pesar de su personalidad arrogante, Sir Walter no tiene una visión aguda sobre las personas como él cree pues no se da cuenta de que la amiga de su hija mayor, la señora Clay, tiene un plan que incluye un triángulo amoroso con él y con el heredero de su patrimonio, el señor William Elliot. Sin embargo, también este plan tampoco es muy brillante por parte de ella, pues él quiere alejar a la señora Clay de Sir William al mismo tiempo que busca cortejar a Anne, la cual lo cala casi de inmediato. Sin duda, Sir Walter es el ejemplo de un padre que prefiere un hijo con una personalidad similar a la suya y desaire a aquel que no se comporte como él.

¿Es justificable el comportamiento de Sir Walter? No. Favorecer a un hijo por encima de otro solo porque no tiene la personalidad que tú quieres siempre es una visión distorsionada, por no decir dañina. Al hacer eso, solo se fomenta rivalidad entre ellos y un enorme daño a la autoestima del hijo que no tiene su favor. Esto es lo que ocurre con Anne. Años de ser ignorada por su padre y su hermana mayor y vista como poco más que una empleada por su hermana menor, hicieron que Anne perdiera confianza en sí misma y pensara que estaba destinada a ser siempre la soltera dedicada a cuidar a su familia, aunque no se lo agradeciese. Alejarse de la tóxica presencia de su padre hace que Anne recuperara la estima por sí misma y adquiriera una personalidad mucho más firme.

 

FACUNDO GUTIÉRREZ

Novela: Cuando quiero llorar no lloro.

Padre de: Victorino Pérez.

Este violento y alcohólico hombre sometió a su mujer y a su hijo a una vida de tortura y violencia, llevándolos a temer por sus vidas y en el caso de Victorino, considerar deshacerse de él para que no siga maltratando a su madre. Solo Victorino se más tranquilo cuando su padre los abandona, pero para entonces el daño ya está hecho.

Cuando quiero llorar no lloro es un ejemplo de cómo la violencia existe en todas las clases sociales y cómo termina por ser una influencia negativa en el desarrollo de un joven. Claramente, Facundo Gutiérrez es el resumen de cualquier padre alcohólico y violento que tiene el poder de un hogar en medio de la pobreza al hacer su voluntad, golpear a su familia, robar el poco dinero que gana la madre en su trabajo informal para luego gastarlo en alcohol y no trabajando en absoluto. Facundo nunca asume su responsabilidad, por lo que no tiene ningún problema en abandonar a la familia. Aunque sería algo bueno, la falta de oportunidades en la vida, la violencia que vivió y la pobreza en la que está inmerso hacen que Victorino Pérez tome el camino de la delincuencia para sobrevivir, sin darse cuenta de que eso lo llevaría a su muerte.

¿Se puede justificar a Facundo? No. Este es quizá uno de los peores padres de todos los que mencionaré en esta entrada. Es el típico bueno para nada que solo está ahí para maltratar a su familia, robar el dinero trabajado duramente por la madre de Victorino Pérez para comprar licor y no aportar económicamente al hogar. Tal vez lo único bueno que hizo fue abandonar a su familia; sin embargo, su influencia en la vida de Victorino Pérez es lo suficientemente fuerte como para hacer que el joven tome decisiones que terminan acabando con su vida.

 

GEORGE HARFORD, LORD ILLINGWORTH

Obra: Una mujer sin importancia.

Padre de: Gerald Arbuthnot.

Libertino, arrogante y sexista, a Lord Illingworh no le importa seducir y abandonar mujeres cuando ya se ha cansado de ellas como hizo cuando sedujo a Rachel Arbuthnot cuando aún era George Harford y se desentendió por completo de ella, con el apoyo de su madre, una mujer que sin duda lo malcrió y lo convirtió en el hombre disipado que terminaría siendo (Ahora que lo pienso, hubiera incluido a su madre en alguna de las entradas sobre las malas madres. Quizá lo haga en una futura tercera parte). Por supuesto, su padre quería que George se casara con Arbuthnot; por desgracia, la madre de George tuvo la última palabra e incluso le ofreció dinero a Rachel para que dejara en paz, cosa que Rachel rechazó.

Después de veinte años, Lord Illingworth se mantiene soltero y sigue siendo el mismo mujeriego de siempre pues no duda en intentar seducir a Hester Worsley, la joven heredera estadounidense que ha capturado la atención de Gerald, el hijo de Rachel Arbuthnot. Si, padre e hijo buscando una misma mujer. Además, se muestra como un hombre manipulador pues busca la manera de que Gerald se vaya a su lado, iniciándolo en las maneras de la alta sociedad y, por supuesto, en su disoluto estilo de vida. Como es obvio, cuando Gerald se da cuenta de que Lord Illingworth intentó seducir a Hester pero que esta lo rechazó, los dos se pelean y ahí es donde se revela la verdad.

Aunque después de la revelación, Lord Illingworth quiere que casarse con Rachel para poder tener a Gerald y, tal vez, legitimarlo, ella lo rechaza rotundamente con el apoyo de Hester. En un último intento por salir airoso de la situación, Lord Illingworth insulta a Rachel e intenta hacerlo con Gerald, pero ella lo abofetea con el guante de él. Esto simboliza la victoria del vínculo entre madre e hijo y, por supuesto, sobre los falsos ideales sociales de Lord Illingworth.

Lord Illingworth es un hombre que no le interesó ser padre con la excusa de no tener título ni dinero a su haber pero cuando los tuvo no se molestó en siquiera contraer matrimonio por considerarlo un error bajo su óptica retorcida ni en buscar a su hijo no reconocido sino cuando el joven ya es adulto y se convierte en su secretario. Sin embargo, cuando se entera de que tiene un hijo ilegítimo quiere hacer todo lo posible para educarlo a su propia manera. Este mismo comportamiento sería la que lo alejaría de Gerald al final.

 

BASILIO

Obra: La vida es sueño.

Padre de: Segismundo.

Basilio es el ejemplo de un hombre que se deja llevar por las profecías y no por las acciones de las personas. Para ser rey de su país, Basilio se muestra como alguien supersticioso y no como un hombre, porque no duda en encerrar a su hijo Segismundo solo porque un oráculo predijo que sería un rey tiránico y malvado.

Cuando Segismundo alcanza la edad adulta, Basilio idea un plan para probar la personalidad del joven y saber si tiene buenas intenciones o en efecto es cruel. Debido a su tiempo encerrado y a los narcóticos, Segismundo se comporta de manera despótica al realizar actos violentos, por lo que Basilio lo envía de nuevo al encierro y le hace creer que su estancia en el palacio ha sido un sueño. Sin embargo, el pueblo se rebela ante las acciones de Basilio y se pone del lado de Segismundo. Sin embargo, Segismundo ha evolucionado tanto que se inclina ante su padre pues está dispuesto a aceptar su posible ejecución. Esto conmueve tanto a Basilio que le deja al trono, al darse cuenta de que Segismundo no es el hombre cruel que le habían predicho.

¿Es posible justificar a Basilio? Bueno, es complejo. Basilio tiende a creer mucho en las profecías en lugar de las acciones de las personas, lo que lo lleva a condenar a su hijo a una vida de encierro. A pesar de la crianza que le dio Clotaldo, eso no impide que Segismundo crezca como una persona resentida, deseosa de tomar venganza contra aquellos que lo pusieron en esa situación, lo cual se muestra en el segundo acto, cuando se comporta como un animal que han sacado de su jaula. Ante esto, Basilio considera que Segismundo es alguien terrible, que debe ser alejado del trono. Solo sería luego de una rebelión que Basilio se da cuenta que se encegueció por una profecía que quizá no fuese tan acertada y que su hijo es un hombre lleno de humanidad. Es evidente que Basilio no tiene criterio propio, lo cual es peligroso para ejercer la paternidad y sería la causa de su propio derrocamiento.

 

JOHN DANIEL «JACK» TORRANCE

 

De izquierda a derecha: Jack Nicholson en la adaptación fílmica de 1980 y Steve Weber en la miniserie de 1997.


Novela: El resplandor.

Padre de: Daniel Anthony «Danny» Torrance.

Jack es parecido a Facundo Gutiérrez en el sentido de que ambos son alcohólicos y violentos, pero en el caso de Jack es algo más trágico. A diferencia del bueno para nada Facundo, Jack sí es el proveedor de su familia pero sus problemas de ira y su alcoholismo le han costado su trabajo como profesor de colegio y casi su matrimonio, pues golpea a un estudiante a quien trató de manera injusta y le rompió un brazo a Danny en un ataque de rabia. Solo puede conseguir un trabajo como cuidador de un hotel, el Overlook, durante el invierno, gracias a la mediación de un amigo suyo.

Hijo de un padre alcohólico y abusivo que con frecuencia golpeaba a su esposa y a sus hijos, esto sin duda sentó las bases de su vida ya que repitió los patrones de alcoholismo, ira desmedida y violencia. Aunque es capaz de darse cuenta de lo mucho que su temperamento irascible y su adicción al alcohol ha dañado su vida y siente culpa por el daño que le hace a su familia, también actúa como si el mundo le debiera un favor al considerar que todo está en su contra y que no es justo que haya personas que tengan más oportunidades en la vida que él, cuando en realidad la situación en la que se encuentra es en gran medida por su culpa. Su incapacidad para aceptar sus errores y su falta de autocontrol lo hace tener un enorme resentimiento hacia todos los que lo rodean, lo incluye a Danny.

Aunque Jack desea darle una infancia mejor que la que él tuvo, sus mismas fallas como ser humano lo hacen presa fácil del Hotel Overlook, un ente que tiene la capacidad de destrozar la mente de cualquier individuo que tenga resplandor. Si bien el resplandor de Jack es bastante débil comparado con el de Dick Halloran y aún más con el de Danny, al combinarse con su agresiva personalidad llena de inseguridades y resentimiento, es suficiente como para que la maligna influencia del Overlook comience a apoderarse de su mente y a desquitarse con su familia, lo lleve nuevamente a beber y finalmente lo convierten en una máquina violenta y asesina, en una versión aún peor que la de su padre, de quien tanto intentó evitar sus mismos pasos. Por suerte, Danny sabe que el hombre que quiere matarlo no es su padre sino el Overlook que ha apoderado por completo por lo que al negarse a aceptar que ese títere es su padre logra que Jack recupere por un momento el control de su mente y se sacrifique para salvar a su familia.

¿Se puede justificar a Jack? Jack es alguien complejo: por un lado es un hombre que quiere darle a Danny una infancia mejor que la que tuvo, razón por la que intentar dejar su alcoholismo y encontrar un nuevo empleo. El problema de Jack es que aunque tenga todas las oportunidades para mejorar su vida, inevitablemente la estropeará debido a su temperamento y, sobre todo, a su incapacidad para aceptar sus errores, siendo esto último algo fundamental para superar una adicción. Es un hombre que ama a su hijo pero que deja que sus inseguridades y su resentimiento al final destruyan su relación con él.

 

                                                           HÅKON WERLE

Geoffrey Rush en The Daughter, una adaptación de El pato salvaje estrenada en 2015.


Obra: El pato salvaje.

Padre de: Gregers y Hedvig.

Esposo infiel, amigo traicionero y padre ausente en todos los sentidos, Håkon Werle no parece tener ningún tipo de código moral pues no le importa enriquecerse de manera indebida y dejar a alguien como chivo expiatorio de sus delitos. No cree que haya cometido ningún error y, por ende, no tiene por qué arrepentirse de nada, ni siquiera cuando está perdiendo la vista. Håkon tiene los peores defectos de Jack Torrance, pero sin el alcoholismo.

Como padre, Håkon es totalmente desapegado hacia su hijo Gregers. No se preocupa por lo que su hijo siente ni tampoco es cariñoso con él, siendo más bien frío y distante, por lo que no es sorpresa que Gregers se alejara de su lado ante la trágica muerte de su madre. Le molesta que su hijo prefiriera trabajar de manera dura por su cuenta en lugar de hacerse cargo de los negocios familiares. Al mismo tiempo, a Gregers le frustran el cinismo y la falsedad de su padre.

En contraste con su hijo legítimo, Håkon Werle tiene una relación más cercana con su hija ilegítima siendo cariñoso y consentidor con ella, regalándole un pato salvaje que fue herido en una cacería. Sin embargo, la niña y su padre legal (que no es Håkon) no saben que ella es hija de Werle, algo que es un secreto que se ha mantenido por catorce años y que Gregers busca sacar a la luz, con resultados muy trágicos.

¿Es posible justificar a Håkon? Es probable que él considere que el trabajo de criar a los hijos radica en las madres o en las empleadas, por lo que no me sorprende su personalidad fría hacia su hijo. También era habitual que los hombres de alta posición económica tuviesen amantes e incluso hijos ilegítimos y en algunos lugares del mundo sigue siendo así. También se puede entender la decepción que siente por su hijo solo porque este no quiere ser sus pasos; eso era y es común en familias que suelen administrar negocios. Lo que es terrible que la actitud de Håkon de tener derecho a actuar como él quiera, lo que lleva a distanciarse de su hijo. Håkon, en lugar de buscar reestablecer la relación con su hijo, lo recrimina por abandonar lo que considera sus obligaciones como heredero e hijo. Al mismo tiempo, Gregers se cansa de su cinismo y quiere casarse a relucir todo lo malo que Håkon ha cometido, lo cual por desgracia destruye la vida de alguien relacionado a ellos pero que queda atrapada en la disputa entre padre e hijo por ser parte de los secretos de Håkon.

 

WILLY LOMAN

Obra: Muerte de un viajante.

Padre de: Biff y Harold “Happy” Loman.

Willy Loman es el ejemplo de un hombre con delirios de grandeza, al pensar que él y sus dos hijos están destinados a ser hombres importantes y exitosos si les agradas a todos. Sin duda, es alguien que está obsesionado con alcanzar el llamado sueño americano pero no se da cuenta de lo que buscando de una manera errónea o que tal vez no es tan importante como él piensa. Este punto de vista tan distorsionado lo ha llevado a transmitirles esa misma idea a sus hijos.

Empecemos por la relación con su hijo mayor, Biff. Willy siempre lo favoreció por encima de su hijo menor Happy, al punto de que creer que se convertirá en una gran estrella del futbol americano. El gran problema de ello es que Biff estaba tan cegado y presionado por ello que se olvidó que tener un buen historial académico también era esencial para una beca deportiva. Por ello, cuando no aprueba matemáticas decide desaprovechar el curso de verano que se le ofreció (algo muy normal en los colegios estadounidenses para ayudar a aquellos con bajas notas que están próximos a graduarse) y en cambio acude a su padre para que convenza al profesor de aprobarlo. Este viaje sería un punto de inflexión para Biff, que se da cuenta de que su padre es un mentiroso y lo lleva a dieciséis años de un empleo tras otro de los que siempre lo despiden por robar. Sin darse cuenta, Biff se sabotea a sí mismo para intentar hacerle ver a su padre que él no necesita ser un hombre importante porque nunca lo será. Pero a ese punto, Willy está tan ido de la realidad (posiblemente ya era presa de la demencia), que no puede ni quiere aceptar que se equivoca.

En cuanto a Happy, al sentirse siempre que menos favor que Biff, siempre busca la aprobación de su padre en forma de la frase “estoy adelgazando”. Quizá por eso termina adoptando muchos de los comportamientos de su padre como su promiscuidad y su visión de ser el mejor, lo cual indica que también pasara buscando el éxito de manera equivocada.

Y es precisamente su manera equivocada de ver la vida lo que hace que Willy tome esa decisión que toma al final. Al ver que Biff se ha dado de que ellos no son más que donnadies y no necesitan ser importantes en la vida, sino saber quiénes son, Willy es incapaz de aceptar que ese hijo en quien depositó todos sus sueños no está dispuesto a seguir sus pasos, además de seguir ignorando a Happy, que sí quiere ser como él. Al ver que su manera de conseguir el éxito no era la correcta y no puede aceptarlo, decide buscar que Biff empleé el dinero del seguro de vida para hacer un negocio, algo inútil al fin.

¿Es justificable el accionar de Willy? Es complejo. A diferencia de los otros padres mencionados antes y los que vienen después, Willy no es abusivo ni negligente con sus hijos. El problema de Willy es que su visión del éxito no es la adecuada ya que cree que la popularidad es la base cuando en realidad es una combinación de varios factores, visión que les ha transmitido a Biff y a Happy. Además, pone todas sus expectativas en su hijo mayor, al cual no le interesa la popularidad sino encontrar el propósito de su vida; de esta manera y al mismo tiempo, pone en segundo plano a su hijo menor, que sí comparte su propia visión y actitud. El no aceptar la conclusión a la que llegó su hijo lo lleva a darle título a la obra.

 

LORENZO DAZA

John Leguizamo en la adaptación de 2007.


Novela: El amor en los tiempos del cólera.

Padre de: Fermina Daza.

Padre estricto y arribista, busca educar a su hija para que sea una dama de la sociedad y que tenga un matrimonio distinguido. Por ello busca y logra romper su noviazgo por correspondencia con Florentino Ariza llevándolo a Valledupar con su familia materna y expulsando de la casa a Escolástica, su propia hermana.

Aunque logra casarla con Juvenal Urbino, en cierta forma Fermina le guardó un poco de rencor al punto de buscar durante muchos años el paradero de su tía y no mover un solo dedo para ayudarlo cuando él se metió en un problema tan grande que no tuvo más opción que exiliarse a su país natal. Por otra parte, ella lloró en secreto su muerte cuando le fue informada al respecto hasta que el enterarse de todos los negocios clandestinos que tuvo casi le hizo perder las ganas de vivir hasta que Florentino le proponen que viajen por río.

¿Es justificable el accionar de Lorenzo Daza? A decir verdad, la manera de actuar de Lorenzo Daza es la típica del escalador social que no puede ascender en la alta sociedad al carecer de capital cultural, por lo que decide educar en ese sentido a su única hija para que ella contraiga matrimonio con un hombre de clase social más favorecida. No sorprende que, por eso, vea a Florentino como un palo en la rueda y busca sacarlo del camino. Sin embargo, no tuvo en cuenta que quizá su hija alimentaría cierto rencor hacia él por alejarlo del hombre que ella amaba.

 

LABÁN (EL DE LA TIENDA ROJA)

Novela: La tienda roja.

Padre de: Lea, Raquel, Bilha y Zilpa.

Este es uno de los dos padres más perturbadores que he tenido que analizar en el blog. Es un completo pervertido, un acosador y un abusador sexual, pues no solo le es infiel a su esposa Ada con sus esclavas sino que también intentó acosar sexualmente nada menos que a sus cuatro hijas. Sí, así es, a sus cuatro hijas. Además, al no tener ni querer conseguir los medios para pagar cuatro dotes, pone a sus hijas nacidas de esclavas y por supuesto ilegitimas Bilha y Zilpa como dotes de Raquel y Lea, respectivamente. Sí, así de terrible suena. No sorprende que por ello sus hijas lo desprecian y mucho.

Además de sus cuatro hijas, Labán tuvo dos hijos varones con una esclava pero ni siquiera esto hizo que tratara bien a esa mujer pues la sometió a violencia de género, fomentó esa misma actitud en sus hijos varones (los que tuvo con ella) y la llevó a una trágica y prematura muerte.

Labán tampoco es un buen proveedor para su familia pues su ludopatía, sus borracheras y su pereza le impiden prosperar como granjero, únicamente logrando esto gracias a Jacob. Cuando sus hijas se van a Canaán están aliviadas porque por fin dejaron atrás a su padre, pero las cosas estarían de lejos de ser fáciles para ellas de ahí en adelante.

¿Es justificable las actitudes de Labán? No, de ninguna manera. Este es uno de los personajes menos justificables en esta lista ya que no tiene ningún problema en vender a sus hijas como dote e incluso acosarlas si tuviera la oportunidad. Por suerte, ellas tienen una fuerte figura materna que no permite que un hombre que debería ejercer sus funciones paternas de manera adecuada pero que hace todo lo opuesto haga lo que se le antoje con ellas. Sin embargo, estas vivencias fueron determinantes en la crianza de sus hijos ya que varios de ellos repitieron los patrones negativos de su abuelo.

 

EL ESCRITOR

Novela: Con amor, tu hija.

Padre de: Emily.

Hablamos de un hombre que antepuso sus metas por sobre su matrimonio y su paternidad en el sentido de buscar el éxito como escritor, lo que lo hizo descuidar su matrimonio. Como es obvio, se divorció y se distanció de su hija hasta que esta se hizo mayor.

El escritor es un hombre que a pesar del éxito de su novela sigue sin estar conforme con su vida pues no es feliz con su actual pareja y quiere nuevos aires. Por ello, ha decidido acercarse a su hija Emily para, precisamente, reestablecer la relación con ella después de mucho tiempo. La cuestión es que la nueva cercanía hacia su hija termina convirtiéndose en algo inquietante ya que él tiene pensamientos inapropiados hacia ella, algo que termina en… Bueno, si poseen suficiente estómago para el final entenderán lo que digo.

¿Es posible justificar al escritor? No. Una cosa es querer reestablecer la relación con sus hijos y otra tener sentimientos perversos hacia ellos. Esto es lo que ocurre con el escritor. Aprovecha el verano en el que debería reconciliarse con su hija para consumar sus pensamientos, lo cual genera mucha incomodidad.

 

Si algo se puede aprender de los padres aquí descritos es que siempre hay que asumir la responsabilidad de la paternidad, no favorecer a un hijo sobre otro, no abusar de ellos en todos los sentidos y no generar en ellos expectativas que quizás no puedan ni sean capaces de cumplir. Tal vez es lo mejor que a lo que se puede llegar a reflexionar luego de analizar a estos padres.

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