LA SOLTERONA


La última de las entradas del Mes de la Madre corresponde a la escritora estadounidense Edith Wharton, de la cual he mostrado cuatro entradas: Las costumbres nacionales, Santuario, La casa de la alegría y La edad de la inocencia. Esta semana la obra de la que voy a hablar es La solterona, una novela corta publicada en una recopilación de cuatro novelas cortas llamada Vieja Nueva York (Old New York en el original) y publicada en 1924.

Lo particular con Vieja Nueva York es que cada novela representa una década en la ciudad de Nueva York de 1840 a 1870 y tienen cierta similitud estilística con La edad de la inocencia porque algunos de sus personajes aparecen allí o son mencionados. En otras palabras, Vieja Nueva York es considerada una semiprecuela de La edad de la inocencia. En el caso de La solterona, siendo la segunda historia en la recopilación, está ambientada en la década de 1850.
Las protagonistas de la historia son dos mujeres que son primas hermanas, Charlotte “Chatty” Lovell y Delia Ralston (de soltera Lovell). La primera es una mujer que decidió mantenerse soltera; de ahí que la llamen “la tía solterona”. En cuanto a la segunda, estuvo seis años casada con un pariente lejano llamado Jim Ralston y tuvo dos hijos con él antes de que muriera prematuramente tras seis de matrimonio. Al enviudar, Delia se va a vivir con su prima Charlotte, que vive con su hija adoptiva Clementine “Tina” y entre las dos crían juntas a los tres niños, siempre guardando el secreto sobre el origen de Tina.
Tiempo atrás, Charlotte se enamoró perdidamente de un aspirante a artista llamado Clement “Clem” Spender, que como ella, se educó en lo más selecto de la sociedad neoyorquina. Ambos tuvieron una relación de la que nació Tina, pero para entonces Clem Spender estaba en Europa, persiguiendo su sueño, y Charlotte se fue un tiempo al sur de Estados Unidos supuestamente a recuperarse de una tuberculosis, cuando en realidad fue a ocultar su embarazo, tener a su hija y luego dejarla en un hospicio, a donde iba a visitarla con frecuencia. Todo a espaldas de la rancia clase alta neoyorquina.
Las cosas empezaron a tornarse serias cuando se comprometió con Joe Ralston, primo de Jim Ralston, y este le dice que debe dejar de acudir al hospicio para no llevarles enfermedades infectocontagiosas a sus futuros hijos. Sabiendo que si se casa con Joe nunca volvería a ver a Tina, Charlotte le cuenta el secreto a Delia, ya recién casada, para que pueda darle consejo y ayuda. Al principio, Delia no sabe que más hacer, excepto decirle a su prima que no debe contraer matrimonio con Joe Ralston, pero luego le dice que adopte a Tina como su protegida y que le ayudará con ella. Charlotte acepta.
Delia cumple su promesa. Se va a vivir con Charlotte y con Tina seis años después de la revelación tras quedarse viuda con sus dos hijos. Con el tiempo, Tina crece reconociendo a Delia como su madre y a Charlotte como su tía y con la convicción de que a las tías que se quedan solteras para cuidar de sus sobrinos se les debe tener compasión, algo que a Charlotte no le gusta. Esta actitud empieza a crear tensión entre las dos primas, más aún cuando los hijos de Delia se casan y abandonan la residencia, quedando únicamente Tina.
Pronto Delia y Charlotte se enteran de que Tina está siendo cortejada por un joven llamado Lanning Halsey, que pertenece a una familia distinguida de Nueva York. Para Delia es una gran noticia, pues a causa de su condición de protegida, Tina tiene pocas probabilidades de matrimonio y esta es una oportunidad que no se debe despreciar; por el contrario, Charlotte teme que Tina cometa el mismo error que ella y que siga su mismo camino, prefiriendo que Tina se quede con ellas.
Sin embargo, y gracias a los consejos de su médico de cabecera, Delia por fin toma una decisión y le hace ver a Charlotte que Tina necesita hacer su vida y tener protección, algo que sólo podría tener si ella la adopta de forma que herede el legado de los Lovell. Delia siempre ha querido que el dinero familiar se quede en manos de Tina, en manos de la familia. No estando muy de acuerdo pero sabiendo que no hay muchas opciones, Charlotte acepta.
Pronto Tina pasa de ser Clementine Lovell a ser Clementine Ralston y su compromiso con Lanning Halsey es anunciado en abril y su boda en julio. El día de la boda la tensión que hay entre Charlotte y Delia estalla, pues Charlotte quiere acompañarla como madre y Delia cree que ella le va a decirle la verdad a Tina. Charlotte acusa a Delia de haber alejado a Tina de ella y haberle quitado su autoridad de madre al haber estado con Clement Spender, a pesar de que este prefería a Delia. Delia le responde que nunca intentó separarlas ni lastimarlas. Al ver que Charlotte sigue estando resentida por ver como Tina llama madre a Delia, Delia simplemente le dice que vaya a verla porque después de todo es su madre.
Delia empieza a pensar en lo que seguramente Charlotte le está diciendo a Tina, pero se lleva una gran sorpresa: Charlotte ha bajado a su habitación sin haber hablado con Tina porque se ha dado cuenta de que Delia es su verdadera madre. Las dos primas se piden perdón mutuamente, dándose cuenta que ambas son madres de Tina y suben a verla, sin embargo Charlotte le dice a Delia que entre sola. Delia entra a ver a Tina, que la está esperando. Delia le dice que cuando suba al carruaje con su esposo, le dé el último beso a su “tía” Charlotte, el último de todos. Con esa frase termina la novela.
La solterona trata sobre la lucha entre dos mujeres parientes entre sí por considerarse la madre de la joven que ambas han educado desde pequeña. Charlotte y Delia de alguna forma se sienten identificadas como la madre de Tina; Charlotte, por ser su madre biológica, y Delia, al ser su madre de crianza. Charlotte ama a su hija pero sabe que si su maternidad secreta se hace pública, su reputación quedaría destruida, por lo que se ve obligada a adoptar el estereotipo de la tía solterona que cría a los hijos de sus parientas. Sin embargo, a medida que su hija llega a la edad de matrimonio, Charlotte siente la necesidad de ejercer su maternidad con su hija, que la considera una tía y nada más, algo que termina enfrentándola con la única mujer que la ha protegido del mundo exterior: su prima Delia. En vez de agradecer lo que Delia ha hecho por ella, la culpa del alejamiento de su hija sin darse cuenta que ella misma era la culpable de ello. Al recapacitar, se da cuenta de que fue madre de Tina cuando era pequeña y Delia es ahora la verdadera madre de Tina y acaba por aceptarlo. Charlotte no es de ninguna manera una mujer perversa, sólo es una mujer temerosa y resignada.
Hablemos de Delia, la deuteragonista. Toma la responsabilidad de criar a Tina como si fuera hija suya para salvar la reputación de su prima Charlotte, lo que demuestra su enorme capacidad de amar y de cuidar a los suyos. Delia también adora a Tina tanto como adora a sus dos hijos biológicos pero a diferencia de Charlotte, no parece creer en el dicho “madre no hay sino una”. Por el contrario, considera que ella y Charlotte son las madres de Tina pues ambas la han educado y esto se refleja cuando le dice a Tina que reserve el último beso para Charlotte.
A su manera, tanto Charlotte como Delia son las madres de Tina, así cada una considere que la otra es la madre. Está claro que ambas quieren lo mejor para ella y ese el pensamiento de una gran madre. El hecho de que Charlotte tuviera que ocultar su maternidad y que Delia la ayudara haciendo cargo también, demuestra la personalidad de cada una y su punto de vista materno.
De todos los libros que he leído sobre Edith Wharton, este junto con Santuario son los que reflejan más la maternidad. Me gusta la manera en la que ella muestra la maternidad tan secreta como amada (pese a Wharton nunca fue madre), el miedo a la reputación y lo hipócrita que llega a ser la sociedad que es más dura con las mujeres (ej. La casa de la alegría, Las costumbres nacionales, La edad de la inocencia). Pero es en este libro donde está más pronunciado el tema maternal, quizá porque la protagonista se ve obligada a mantener privada.
Con esta entrada, termino el Mes de la Madre. Varias de estas madres tuvieron una gran evolución o ayudaron a evolucionar a las personas que las rodean. Otras, en cambio, están condenadas a sufrir las consecuencias de sus acciones. Espero que hayan disfrutado de este mes tanto como yo.

Comentarios

  1. Suena interesante pero con tanto spoiler ya no lo leeré,gracias

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    1. Lamento si dí demasiados detalles. Por eso, desde hace varias entradas coloco advertencias en rojo si la entrada tiene muchos destripes (spoilers)

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  2. A mi me intereso muchisimo, y voy a descargarlo para leerlo. No me molestan los spoilers xq doy muy ansiosa, asi que te agradezco que lo hayas pintsdo tan bien!

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    1. Me alegra que te interese leerlo. Siempre he querido promover la lectura, sobre todo de autores que no son tan conocidos como deberían. Saludos.

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