LA CASA DE LA ALEGRÍA
Después
de dos semanas de descanso, hoy quiero hablar con ustedes de La Casa de la
Alegría, un libro que les mencioné en noviembre cuando hice la entrada de la
novela Las
Costumbres Nacionales de la escritora estadounidense Edith
Wharton, ya que ella también es la autora de la presente novela. Recordarán que
les hablé un poco de esta obra en la entrada de Las Costumbres Nacionales ya
que estuve haciendo comparaciones de ambos libros, sobre todo en las
protagonistas. Mientras la “heroína” de Las Costumbres Nacionales tiene éxito
en lo que se propone, el personaje principal de La Casa de la Alegría parece
sufrir de una mala estrella que la lleva a un triste final.
Antes
de hablar de la novela, quiero decirles que yo no conocía esta obra hasta que
más o menos en 2008 vi la adaptación de esta obra, la cual se estrenó en 2000.
La película es muy fiel al libro y mantiene el estilo que Wharton le imprimió.
Esto me motivó a leer el libro, el cual empecé en septiembre de 2012, pero lo
interrumpí para empezar mi segundo cuatrimestre de literatura. Cuando lo terminé
en diciembre retomé su lectura y sólo al terminar pude darme cuenta de que me
gustaba mucho más por su crítica social, aunque esta es más dura y cruda que en
otros libros de Wharton.
Empezaré
a hablar sobre esta desafortunada mujer neoyorquina llamada Lily Bart. Su
nombre significa pureza, aunque en realidad ella no sea precisamente pura. Es
un poco egoísta, despilfarradora, orgullosa, ingenua, indecisa, amante del lujo
y adicta a los juegos de azar y al tabaco aunque esto puede deberse a su
crianza siendo la única hija de una pareja de clase alta neoyorquina pero
empobrecida con un padre que perdió todo su dinero por malas inversiones y una
madre superficial y derrochadora que sólo amaba a su esposo por el dinero y lo
despreció cuando ya no lo tuvo. Para cuando tiene diecinueve años, Lily ha
perdido a sus padres y pasa a vivir con su tía, la rica viuda Julia Peniston y
su prima Grace Stepney.
Sin
embargo, quiero poner un granito de arena por Lily, ya que si nos ponemos a
analizar a los distintos personajes, ella es la menos malvada en toda la
novela. Como Undine, Lily critica la hipocresía y el doble rasero de su clase
social que acepta ciertas actitudes o personas sólo por el dinero o por el
poder que tienen. También desea tener una vida desahogada con un hombre que la
ame o por lo menos intenta lograr tener una vida independiente, pero está
condenada a la mala suerte por sus metidas de pata, su indecisión y su
orgullo. Tampoco se preocupa de cultivar buenas relaciones con su familia o con
los miembros de su círculo social, los cuales la utilizan, la difaman y al
final usan su poder para apartarla de su mundo.
A lo
largo de la novela, Lily muestra interés por algunos hombres solteros, tiene la atención de otros e incluso tiene dos pretendientes: Lawrence Selden,
un abogado de clase media, y Simon “Sim” Rosedale, un propietario nouveau riche1.
El primero es un observador neutral del aristócrata círculo social neoyorquino,
mientras que el segundo es un escalador social que todos desprecian pero que no
pueden apartar porque saben que algún día será más rico que ellos. De los dos, ella
ama de verdad a Selden aunque no lo expresa. Para Lily, casarse es imperativo
porque eso es lo que se espera de una mujer de su clase social a principios del
siglo XX y porque a sus veintinueve años, está llegando a una edad a la que una
mujer se la considera solterona. Desafortunadamente no se casa ni con Selden ni
con Rosedale porque ninguno de los dos le puede ofrecer el punto medio que ella
busca: Selden no tiene las comodidades que Lily desea y ella no ama a Rosedale.
En
su afán por intentar conseguir dinero o prestigio, Lily comete graves errores
que la apartan del mundo en el que se crío. Primero se deja engañar por Charles
Augustus “Gus” Trenor, un agente financiero de Wall Street y miembro respetado
de la sociedad neoyorquina, que le sugiere invertir la pequeña herencia de sus
padres para que esta se multiplique. Sin embargo, Gus Trenor engaña a Lily
usando su propio dinero para doblegarla y convertirla en su amante. Como ella se
niega, Gus Trenor le exige devolverle el dinero que invirtió (nueve mil dólares2)
y que Lily ya gastó sufragando sus deudas de juego. Para empeorar las cosas, su
prima Grace se entera de los movimientos de Lily y la delata ante la tía Julia,
la cual ya no desea pagar más sus deudas.
Su
otro desatino es haber asistido al yate de los Dorset contra la voluntad de su
tía Julia, quizá porque ella temía que algo malo pasaría. En efecto, Bertha
Dorset, esposo de George Dorset, una mujer que dicta lo que se tiene que hacer
en el círculo, difama a Lily acusándola de tener una relación con su esposo
para que nadie supiera que ella misma tenía un romance con otro hombre. Debido a
esto, Lily recibe el ostracismo de su círculo social y sufre aún más cuando su
tía Julia muere mientras ella estaba en el yate de los Dorset. Para colmo, se
entera de que fue desheredada quedando sólo con diez mil dólares3 y
Grace se convierte en la heredera universal. Esta última también se niega a
ayudarla porque la considera culpable de la prematura muerte de la tía.
A
este punto, Lily sólo cuenta con dos amigas fieles: Carry Fisher, una mujer
divorciada pero adinerada, y Gerty Farish, que le da alojo y apoyo emocional a
pesar de su relativa pobreza. A pesar de sus intentos por sostenerse, su
orgullo, sus principios y su cada vez más débil salud le impiden conservar un
empleo. Primero es secretaria de una mujer de moral cuestionable como se lo
hace saber Selden, que también es uno de los pocos que aún la apoya. Tiempo
después, Lily abandona su empleo de secretaria y se emplea en una sombrerería,
pero es despedida por su ineficiencia.
Sim
Rosedale también la frecuenta y le dice que use unas cartas de Selden que este
le enviaba a Bertha Dorset. De esta manera, Lily podría limpiar su nombre,
recuperar su lugar en la sociedad y Rosedale la aceptaría por esposa. Sin
embargo, Lily se niega porque sabe que eso arruinaría también a Selden y no
quería perder su amor. Un día después de que Selden y ella se encontraron por
última vez, él va a proponer matrimonio, pero se entera de que Lily ha muerto
por sobredosis de hidrato de coral, hábito que adquirió cuando trabajaba de
secretaria. Selden lamenta el no haber expresado sus sentimientos a tiempo.
Para
mí, está claro que el gran defecto de Lily es la soberbia, que no le permite
tomar buenas decisiones y además, hace que deje de lado a personas que quieren
ayudarla (muy a su pesar) como Gerty Farish, porque no quiere abusar de su
hospitalidad aunque a esta no le importe, y Lawrence Selden, por miedo a estar
en deuda con un hombre dado lo ocurrido con Gus Trenor. Asimismo, la soberbia
hace que Lily crea erróneamente que ha perdido el amor de Selden cuando ambos
tienen la conversación final en la que ella revela sus verdaderos sentimientos
por él. Selden, por el contrario, la ama y nunca ha dejado de amarla a pesar de
haber perdido su estatus y su reputación. Sin embargo, Selden se contiene y no
le revela sus afectos sino cuando ya es demasiado tarde.
La
muerte de Lily me deja muchos interrogantes ya que no está claro si fue un
accidente o un suicidio. Si lo miramos desde la perspectiva del accidente, creo
que Lily quería dormir por un rato para olvidar momentáneamente su vida de
pobreza, aún con la herencia, puesto que debía usarla para pagar su deuda. Pero
si lo miramos como si fuera un suicidio, en ese sentido Lily sintió que no
podía encontrar ese punto medio que tanto quiso y que en esa lucha lo perdió
todo: su estatus, su familia, su reputación y el amor, sin darse cuenta que
este último era algo por lo que valía seguir luchando y podía dejar su orgullo
y sus temores.
Antes
de concluir, sé que muchos se preguntarán por qué Edith Wharton tituló este
libro como La Casa de la Alegría si el libro es triste. Ella basó el título en
una cita bíblica de Eclesiastés 7:4 que dice que los necios están en la casa de
la alegría. Aunque Wharton se negó a incluir esta cita en la primera edición de
la novela, puedo entender porque se basó en ella. Para mí, la casa de la
alegría en la que habita Lily está hecha de sus temores, su orgullo y su
indecisión, debilidades que al no dejar de lado le impidieron salir de allí y
la llevaron a la tragedia. Para mí, Lily Bart siempre será la típica
protagonista trágica y desafortunada.
NOTAS
1
Término francés que significa nuevo rico, una persona que ha adquirido su
dinero de manera reciente, a diferencia del viejo rico, que tiene su dinero
desde hace generaciones.
2
Entre 234.000 y 244.000 dólares ajustados a 2014.
3
Entre 260.000 y 271.000 dólares ajustados a 2014.
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