UN MUNDO HUÉRFANO


Para continuar con el Mes del Padre, lo haré con el Reto Pictoline de este mes que es leer una novela escrita por un alguien de la comunidad LGBT+. El elegido fue el escritor colombiano Giuseppe Canuto y su novela Un mundo huérfano.

Un mundo huérfano es una novela de seis capítulos. Sin embargo, varios de los seis capítulos, en particular el II y el IV, son bastante largos, en una estructura que recuerda a otras novelas colombianas como La otra raya del tigre o La vorágine.

El protagonista es un joven que acaba de salir del closet y está en el proceso de explorar su orientación a través de la socialización. Vive con su padre bajo difíciles condiciones económicas ya que ninguno de los tres trabaja y subsisten de empeñar las cosas de la casa. Pasa el rato en un bar llamado El Baboso, junto varios hombres gay, personas trans y drag queens, con las que forma grandes amistades y que lo llevaría a explorar su sexualidad con varios hombres, todo en medio de los ataques homofóbicos de los que son víctimas.

Posteriormente y harto de esa violencia, el protagonista abre un bar junto a Ramón-Ramona y Luna llamado La Mansión del Terror, el cual buscan que sea por fin un refugio para la comunidad LGBT+ ante las continuas masacres a la colectividad. Sin embargo, además de los ataques en contra de él y de su gente, tiene que lidiar con que a su padre no le queda mucho tiempo de vida.

El padre, llamado Papi en la novela, es un hombre sin mucho talento en los negocios pero que no deja de insistir en ello. Con quien tuvo al protagonista y por qué no viven o vivieron es algo que nunca se menciona. Además de su hijo, tuvo una hija que murió a temprana edad y que solo es mencionada cuando habla de las mujeres más importantes de su vida que ha perdido: su madre, su hija y Olguita, su mejor amiga. Siempre alienta a su hijo que viva su juventud de manera plena porque, de acuerdo con él, esa edad ya no vuelve. A pesar de la falta de recursos económicos, Papi ha aceptado su vida.

Ramón-Ramona es dueño(a) del bar El Baboso. Aunque Papi y el protagonista le deben mucho dinero, igual los reciben porque son buenos amigos. Suele vestir de manera andrógina, por lo que muchos preguntan sobre su género, a lo que siempre da respuestas ingeniosas y provocativas. Sin lugar a duda, Ramón-Ramona es un personaje caracterizado como queer.

Luna o Lunita es un drag queen que canta varias noches a la semana en El Baboso, un bar a donde acuden miembros de la comunidad LGBT+ a relajarse, beber y disfrutar del espectáculo. A veces las presentaciones que hace son bien recibidas y otras lo abuchean sin remedio. Solo una vez sea ha presentado en atuendos masculinos y fue durante el funeral de Olguita, cuando va darle las condolencias al protagonista. Como este siempre ha visto a Luna en su atuendo de drag queen, no logra identificarlo hasta que le dice quién es. Posteriormente abre una discoteca gay de nombre homónimo, la cual a veces es objeto de ataques policiales porque los hombres que acuden tienden a mostrar sus miembros, algo incentivado por Luna. Más tarde, la discoteca se ve obligada a cerrar debido a una masacre.

Olguita es una buena amiga de Papi. Siempre está pendiente de que este y su hijo no pasen hambre, aunque la situación económica de ella no sea la mejor, algo que la lleva a ser muy amiga de Papi. Debido a su orientación sexual, es rechazada por su familia, lo que no impide que estos se queden con sus cosas luego de su muerte, funeral en el que el protagonista y Papi actuaron como portadores de su féretro.

La novela nos muestra como un joven gay intenta explorar una vida social y su sexualidad recién descubierta dentro de un ambiente gay y/o queer, tal como se explora en sus encuentros sexuales y en sus conversaciones con los Tres Peluquines, tres gays llamados así por esconder su calvicie con pelucas, con Luna y con Ramón-Ramona. Sin embargo, un pasaje del capítulo III refleja su deseo de mostrar quién es: en este, el protagonista se viste de mariposa, lo cual obviamente es para mostrar que es gay sin por ello tengan que avergonzarlo o avergonzarse.

Pero el disfraz de mariposa del protagonista refleja algo mucho más profundo. En Un mundo huérfano los personajes deben lidiar con que en su plaza sus negocios dedicados al ocio y al entretenimiento LGBT+ sean atacados e incluso asesinados por gente que los desprecia siendo llamados de manera despectiva como «mariposas». Para el protagonista, el vestirse de mariposa no solo representa su aceptación de quién es, sino también una reapropiación de ese típico insulto.

La novela está llena de pasajes llenos de mucho erotismo, que aparece en los pasajes donde el protagonista tiene intimidad con otros hombres, y una violencia excesiva, como se ve en el final del capítulo II cuando los personajes ven un espantoso paisaje de cuerpos mutilados que, de acuerdo con Andrés Díaz-Ibáñez, recuerda a dos de las 80 estampas que componen Los desastres de la guerra de Francisco de Goya, en concreto las número 37 y 39.

Algo que se muestra de forma tan magistral como gráfica es la violencia contra la comunidad LGBT+. El protagonista y sus amigos son víctimas de ataques, testigos de masacres y destrucción de sus negocios, todo ello a manos de gente que les recuerdan que muchos los rechazan por estar fuera de lo que consideraría lo establecido. Cuando pareciera que finalmente lograron abrir su refugio, de nuevo la violencia en contra de ellos está presente. Sin embargo, el protagonista y sus amigos están dispuestos a luchar por vivir sus vidas de acuerdo con sus términos.

Aparte de todo ello, está la relación entre padre e hijo, que es lo que me llevó a analizar esta novela. El protagonista y Papi son muy cercanos el uno al otro, compartiendo entre si la pobreza y sus fracasos, pero al mismo tiempo se apoyan en lo que necesiten. De hecho, Papi respalda a su hijo en lo que respecta a su orientación y solo le pide que aproveche su juventud tanto como pueda.

Una cosa que no logro comprender es porque muchos autores colombianos escriben sus novelas con capítulos largos, muchas veces sin pausas, lo cual dificulta su lectura cuando algunos de estos tienen un ritmo un poco lento y ello no siempre justifica la longitud de los mismos. Un mundo huérfano no es la excepción. Precisamente, la novela peca de tener algunos pasajes con un ritmo lento que a veces hace que uno se pierda mientras lee. Si les gustan las historias en torno a la comunidad LGBT+, el descubrimiento de la sexualidad, la aceptación, la amistad y la lealtad familiar, esta es una novela que recomiendo.

 

BIBLIOGRAFÍA

(2021) Díaz, Ibáñez. Un mundo huérfano de Giuseppe Caputo: la reconfiguración del cuerpo fragmentado a partir de la representación. La Palabra, abril-junio (41). 1-15. Disponible en: https://doi.org/10.19053/01218530.n41.2021.13668

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