JUEGOS DE MANOS

Después de acabar un Mes Colombiano difícil y extenso, ahora iré con entradas aleatorias antes de iniciar un nuevo ciclo en septiembre. Para eso, hoy analizaré la novela de 1954 Juegos de manos del recién fallecido escritor español Juan Goytisolo, Premio Cervantes 2014.

Juegos de manos trata sobre unos universitarios de clase acomodada, sobre su convivencia y sus vidas fuera de las aulas haciendo fiestas en medio de la represión del franquismo. La historia se desarrolla en Madrid entre noviembre de 1953 y la primavera de 1954. La novela se divide en cinco capítulos y excepto el cuarto, todos son largos, algunos demasiado largos.

Juegos de manos prácticamente trata sobre unos jóvenes veinteañeros de clase alta que están aburridos con la vida monótona de fiestas, deserción y apuestas que llevan y quieren buscar nuevas emociones en su vida. A uno de ellos se le ocurre que pueden matar a un político que tuvo que ver en el arresto de uno de ellos pero las consecuencias de dicha acción los perseguirán durante la novela.

Los personajes que más se destacan de Juegos de manos son Tánger, Raúl Rivera, Luis Páez y su hermana Gloria, Jaime Betancourt, Agustín Mendoza, Ana y David.

Eduardo Uribe, apodado “Tánger” es un experto donjuán y no teme presumir de ello; sin embargo su gran amor es una joven llamada Alicia, a quien conoció en el norte de África. Al ser hijo de diplomáticos ha estado gran parte de su vida fuera de España; de hecho nació en Tánger, Marruecos; de ahí su apodo. También posee una actitud déspota contra las personas de posición social y económica menor. La idea que crea con Páez y con Mendoza para engañar trae trágicas consecuencias.

Raúl Rivera es un joven robusto y de gran altura, pero también muy inseguro; esto producto de tener un padre estricto, derechista y poco dado a mostrar afecto. Estudio el bachillerato junto a Jaime Betancourt en las Canarias. Debido a su tamaño y complexión, Raúl Rivera suele golpear a sus compañeros, especialmente a Tánger, para liberar sus frustraciones aunque en el fondo aprecia a Tánger. A diferencia de Tánger, a Raúl se le dificulta tener relaciones con mujeres.

Luis Páez es un madrileño que estudia derecho al igual que lo hizo su padre, un abogado de prestigio que, sin embargo, está en contra de su decisión, prefiriendo que se hubiese inscrito en la escuela de ingenieros. Debido a su negativa a cambiar de carrera, le niega toda clase de dinero aunque de alguna manera se las arregla para que este nunca le falte. Suele leer libros de corte socialista y anarquista, algo que exaspera a su padre. Es muy amigo de Tánger, de Cortázar y de Agustín Mendoza y es con el primero y con el tercero que le hacen una jugada muy cruel a David, dando lugar a la tragedia.

Jaime Betancourt es de las Islas Canarias y se conoce con Raúl Rivera porque ambos estudiaron juntos el bachillerato. Aparentemente estudia derecho. Al igual que Raúl, viene de una familia estricta y de derecha; sin embargo, no teme hacer una revista anarquista dentro de su universidad. Pero es debido a sus contactos con los anarquistas que es detenido y sus compañeros deben hacer lo posible para conseguir el dinero de la fianza para liberarlo. Jaime Betancourt es un ejemplo de personaje fantasma; se lo menciona de manera constante al ser aparentemente parte del grupo y novio de Gloria, pero nunca aparece.

Agustín Mendoza, oriundo de Barcelona, es hijo único y fue muy deseado pues sus padres tuvieron dificultades para tener hijos. Sus padres nunca le negaron nada porque, según él, lo querían demasiado; actitud que a Agustín con el tiempo le pareció molesta. Su relación cercana es con su madre a quien le confiesa sus líos amorosos, sus anhelos y sus dudas. Para él, sus mayores frustraciones son no haber cumplido con las expectativas que tenían sus padres para él: ser actor. Acaba cometiendo una acción bastante violenta al final del libro.

Gloria Páez es hermana de Luis y es novia de Jaime. Como miembro de una familia de clase alta madrileña, se le inculcó el ideal que se esperaba de una mujer en el franquismo y su padre desea casarla con un hombre pudiente; sin embargo, se enamora de Jaime, que tiene tendencias anarquistas, sintiéndose atraída por su carácter y la visión social que él posee. Cuando Jaime es detenido por la policía se ve obligada a salir con David para no levantar sospechas. Aparenta docilidad y timidez pero en realidad es una mujer que sabe lo que quiere.

Ana pertenece al grupo anarquista y es la novia de Agustín Mendoza. A diferencia del resto de los personajes, ella es de clase obrera. Perteneció a una pandilla de jovencitos que imitaban todo lo que hacían sus padres pero un incidente con opositores de Franco marcó su vida, haciendo que abandonara dicha pandilla. Contra el deseo de su madre, que quería que ella tuviese una mejor posición, decide convertirse en obrera. Sin embargo, con el tiempo se da cuenta de que el anarquismo no es lo que ella pensaba.

David es un joven catalán que pertenece al grupo y con el que Gloria Páez debe salir durante el encarcelamiento de Jaime Betancourt. Es un tipo inseguro y sensible de carácter, algo que lo hace blanco de las bromas crueles del grupo. Es muy cercano a Agustín Mendoza por tener ideas y gustos similares. Más adelante, descubre quien es su padre y por circunstancias ocurridas al visitarle, las consecuencias no se hacen esperar.

El grupo de amigos de Juegos de manos muestra dos caras; una que aparece al principio y otra al final. Al principio ellos parecen unidos por su clase social, las ideas políticas y el mismo deseo de vivir la vida sin preocupaciones. Sin embargo, aparecen una gran falla en las relaciones entre los integrantes: la traición. El temor de que sus acciones contra el político les causen problemas lo llevan a traicionarse entre ellos y a provocar muerte y con toda probabilidad la disolución del grupo.

Esta novela, que fue la primera que publicó Goytisolo, muestra la frivolidad de la vida para estos jóvenes, que en lugar de aprovechar el dinero, el tiempo y la oportunidad que tienen de estudiar una carrera universitaria en Madrid (esto en el caso de personajes no madrileños) los desperdician en fiestas, desorden y apuestas. Todo eso los lleva a cometer decisiones que acaban provocando su perdición.

Esperaba un poco más de esta novela y me decepcionó. El ritmo de la historia es lento y eso lo hace aburrido, la mayoría de los personajes son demasiado planos y casi ninguno de ellos tiene cualidades que los rediman, siendo deshonestos y frívolos. Es un libro que no leería otra vez y por supuesto, no recomiendo.