¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS!
Este año, empecé un nuevo reto de lectura anual; en este caso, de acuerdo con el grupo de lectura de Facebook Libros, café y lluvia. Para este mes, el reto era leer un libro publicado en tu año de nacimiento. Por ello, escogí la novela ¡Guardias! ¡Guardias! del escritor británico Terry Pratchett.
En la entrada que le dediqué a Papá Puerco hace más de ocho años (¿a dónde se va el tiempo?), hablé un poco
sobre Mundodisco, así que, si desea saber
un poco sobre esta megasaga, les dejo información en aquella entrada.
¡Guardias! ¡Guardias! es la octava novela y la que inaugura la saga de la Guardia, la
cual tiene un total de ocho. Los protagonistas de dicha saga es la Guardia de la
ciudad de Ankh-Morpork, la cual es básicamente una fuerza policial, y el más
importante es el comandante Sam Vimes, el cual suele tener el foco principal,
tanto en las calles de Ankh-Morpork como su vida íntima. Sé que en 2021 la saga
de la Guardia fue adaptada en una serie de televisión llamada The Watch, la cual fue criticada por los
fanáticos de Mundodisco y la hija de
Terry Pratchett, Rhianna.
En el momento en que se desarrolla la novela, la Guardia ha entrado
en declive debido a la creación de Gremios para criminales como ladrones y
asesinos por parte del patricio de la ciudad, Lord Vetinari, al punto de que la
Guardia sea vista como un cuerpo innecesario, así que su reputación tampoco es
la mejor, por lo que la Guardia se ha reducido a solo tres miembros, a los
cuales se les une un nuevo integrante: un joven enano llamado Zanahoria. La
adhesión de Zanahoria y la aparición de un dragón que acecha a Ankh-Morpork
motivan al desencantado capitán de la Guardia a resolver el misterio de por qué
el dragón, un ser supuestamente extinto, ha aparecido en la ciudad.
Sam Vimes es el protagonista definitivo. Al unirse a la guardia era
un joven con muchas expectativas y esperanzas. En el momento en que inicia la
historia de la novela, se ha convertido en un hombre cínico que hace su trabajo
por inercia y que bebe en exceso.
Sin embargo, la llegada de Zanahoria a la Guardia, su meticuloso
estudio de las normas y leyes de Ankh-Morpork y su apego a ellas, hace que
recupere la motivación de hacer trabajo en la Guardia en lo que respecta a
evitar al crimen si no es posible combatirlo, aunque no le guste admitirlo. Al
mismo tiempo, la aparición de un dragón en la ciudad hace que Sam decida
investigar su procedencia debido a que se considera que un dragón de su
envergadura y origen debería de estar extinto. Esto lo lleva a descubrir el
plan que hay detrás de la liberación del dragón.
Zanahoria es el deuteragonista de la novela. Decide unirse a la
Guardia por voluntad propia y no como castigo, como parece ocurrir en la
Guardia, porque para él es un honor. Hijo adoptivo de unos enanos, ha vivido
toda su vida en las montañas y ayudando a su padre en las minas, a pesar de
que, por su estatura (1,80 m), no cabe en esos lugares. En general, es un joven
inteligente, bondadoso y justo, aunque ingenuo sobre lo que lo rodea. Su apodo
viene de su cabello rojo.
El enorme deseo de Zanahoria de hacer parte de la Guardia se nota
en el hecho de que aprende las normas y leyes del libro Las Leyes y Ordenanzas de las Ciudades de Ankh y Morpork, al punto
de cumplir su trabajo al pie de la tienda, algo en principio exaspera a Vimes,
pero que aprende a tolerar pues esto resulta útil hacia el final de la novela,
el cual deja pistas sobre su posible origen, las cuales habían sido mencionadas
al comienzo.
El cabo Nobby Nobbs es bastante sarcástico cuya apariencia inusual
y poco agraciada hace dudar sobre si es humano o no, por lo que se lo considera
«humano en un gran porcentaje». Al igual que Vimes, no aprecia mucho el
conocimiento sobre leyes por parte de Zanahoria, pero tampoco parece molestarle
del todo.
El sargento Colon es el lugarteniente del capitán Vimes, un hombre
que en otras circunstancias nunca se hubiera convertido en guardia, pues no posee
las características que sí poseen los otros. Siendo el único de los guardias
que está casado (en ese momento), el no poder proveer para su familia es motivo
de discusiones con su esposa, por lo que apoya las decisiones de su superior.
Con todo, siempre se lo muestra dispuesto a ayudar a pesar de sus escasas
habilidades.
Lady Sybil Ramkin es la experta en dragones más importante de
Ankh-Morpork. Es por eso que Vimes acude a ella, para saber cómo hacer frente
al dragón que acecha la ciudad. A pesar de que ella especializada en los
pequeños dragones de pantano, Lady Sybil no tiene problemas en explicar el
comportamiento de los dragones. De este modo, la Guardia logra tener una idea
sobre lo que tienen que confrontar, aún sin saber que hay alguien detrás del
gran dragón.
Lord Vetinari es un aristócrata y el burócrata a cargo de
Ankh-Morpork. A veces se lo llama el patricio por su linaje, ya sea como una
forma de describirlo o de manera despectiva. Como dije, está a cargo de la
administración de la ciudad, por lo que nada puede hacerse sin su autorización.
Para disminuir la criminalidad, hace que los ladrones y los asesinos se agrupen
en gremios, por lo que Vetinari les permite ejercer sus oficios siempre que
estén en el marco de la legalidad. Aunque no todos lo aprecian, en general
consideran que su presencia es más beneficiosa que dañina para Ankh-Morpork.
Lupine Wonse es el villano de la historia. Siendo el secretario de
Vetinari, siente un enorme desprecio por su señor, por lo que se mete en una
conspiración del que busca sacar del poder a Vetinari, para ocupar su puesto.
Por ello, decide hacerse pasar por un falso descendiente de la familia real,
para así poder reclamar el derecho al trono al acabar con el dragón. Las cosas
no le salen muy bien, en particular si los que lo ayudan son igual de tontos
que él.
Como la mayoría de las novelas de Mundodisco, ¡Guardias!
¡Guardias! no tiene capítulos; solo es una narración continúa. Sin embargo
y como Papá Puerco, tiene pausas que
permiten que el lector pueda continuar o dejar la lectura en un punto si quiere
seguir leyéndolo después.
Esta novela nos presenta a la Guardia de Ankh-Morpork, la cual no
se encuentra en su mejor momento pues con la creación de los Gremios para
criminales como ladrones y asesinos por parte de Lord Vetinari, la Guardia ha
perdido gran parte de su importancia, limitándose solo a patrullar las calles.
Por ello, también se ha reducido a solo tres miembros, cuatro con la
incorporación de Zanahoria. Para personajes como Colon, el declive de la
Guardia es un problema, pues el reducido presupuesto también hace mella en sus
sueldos. A pesar de ello, la llegada de Zanahoria parece ser un punto de
inflexión, pues su conocimiento de las leyes y su sentido de hacer valer la ley
hacen que de a poco, la Guardia se vaya reestableciendo y sea útil en el
clímax.
Al mismo tiempo, ¡Guardias!
¡Guardias! tiene visos de novela detectivesca, pues la trama trata sobre la
aparición de un dragón que acecha Ankh-Morpork y la Guardia, en particular, el
capitán intenta averiguar su origen y cómo poder combatirlo. Al mismo tiempo,
se involucra en las intrigas sobre el origen del dragón y descubre una
conspiración para hacerse con el poder de la ciudad.
La novela nos presenta una historia llena de comedia proporcionada
no solo por las Guardias sino también por otros personajes. En ¡Guardias! ¡Guardias!, la comedia
proviene de situaciones en las que se encuentran personajes que van desde
ingenuos, pasando por los tontos hasta aquellos que son ineptos. En verdad, se
nota que Pratchett le gusta mucho jugar con las expectativas, como se ve en el
pasaje de la flecha con la que Colon esperaba matar al dragón, o con la
ingenuidad, como es el caso de Zanahoria, que nunca se da cuenta de que el primer
lugar donde vivió no es precisamente una casa de apartamentos y que las mujeres
de allí son damas de la noche, si entienden de lo que hablo.
Si no se sienten intimidados por su estilo de escritura o su
longitud, ¡Guardias! ¡Guardias! es
para ustedes. Si les gustan las novelas con estilo detectivesco, ¡Guardias! ¡Guardias! es para ustedes.
Para mí, no está mal, pero, por alguna razón, me gustó más Papá Puerco y no comprendo por qué ¡Guardias! ¡Guardias! no
me cautivó como esperaba.
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