DON JUAN TENORIO
Como dije la semana anterior, este año he intentado reconstruir a
base de la relectura las entradas que se me perdieron el año pasado. Ya lo hice
con Aura
o las violetas y ahora lo hago con la obra más importante de José Zorrilla,
Don Juan Tenorio. Sin embargo, esta entrada será un poco diferente de la que
había hecho antes porque a principios de año leí El burlador de Sevilla de
Tirso de Molina, que también está basada en el mito de Don Juan, y eso hizo que
mi punto de vista del Don Juan de Zorrilla cambiara.
Don Juan Tenorio es una obra dividida en dos partes. La primera
parte tiene cuatro actos con distintos números de escenas: el primer acto posee
dieciséis escenas; el segundo, doce, el tercero, nueve y el cuarto y último,
once. La segunda parte tiene tres actos, los cuales son más cortos que los de
la primera parte porque poseen menos escenas; el primer acto tiene seis escenas,
el segundo cinco y el tercero y último, cuatro. La primera parte trascurre en
un día y la segunda parte ocurre cinco años después. La historia se desarrolla
en la Sevilla de 1545, durante el reinado de Carlos I de España y V de
Alemania.
La primera parte muestra cómo Don Juan y su rival de amoríos y
duelos, Don Luis de Mejía se hacen una apuesta mutua. Don Luis le apuesta a Don
Juan que no puede seducir a una novicia que está a punto de hacer sus votos y
por su parte, Don Juan le apuesta a Don Luis que puede conquistar a Ana de
Pantoja, la amada de Don Luis.
La joven a la que intenta seducir resulta ser su prometida, Doña
Inés de Ulloa, que se encuentra en un convento de Sevilla. Su padre, el
comendador Don Gonzalo de Ulloa, rehúsa casar a su hija con Don Juan por causa
de su mala reputación. Sin embargo, esto no impide a Don Juan acercarse a Inés
engañando a la criada de ella para lograrlo. Esto, junto con seducir a Doña Ana
de Pantoja, provocan un pleito entre él, Don Gonzalo y Don Luis que acaba muy
mal.
La segunda parte ocurre cinco años después de la primera. Durante
ese tiempo, Don Juan ha estado oculto en Italia y decide regresar a Sevilla
para descubrir que Inés murió a causa de la pena que le causó la muerte
violenta de su padre y el rol que tuvo Don Juan en ella. Esto lo llena de pesar
y de culpa, dándose cuenta de que había estado enamorado de ella todo ese tiempo.
No sabe qué hacer con el amor que siente por Inés hasta que sus ruegos logran
que él se comunique con la sombra de ella.
Aquí surge una disputa entre Don Juan, Doña Inés y Don Gonzalo, que
también hace presencia. Don Gonzalo quiere que Don Juan pague por sus crímenes,
algo que podría ocurrir porque las autoridades locales ya están al tanto de la
presencia de Don Juan en Sevilla, pero Doña Inés cree que su alma aún puede
salvarse y ella intercederá por él. Las autoridades sevillanas lo encuentran,
queda gravemente herido y muere ante Doña Inés y Don Gonzalo, pero al final
Doña Inés logra la redención de Don Juan. Curiosamente, esto es similar al final
de la segunda parte de Fausto de Goethe. De la misma
manera en la que Gretchen intercede a los cielos para que Fausto pueda ir al
cielo con ella, Inés le pide a su padre que cese su deseo de venganza contra
Don Juan, porque ella ve que hay algo bueno en su espíritu.
Además de comparar a Don Juan con el Fausto de Goethe, también comparo a este Don Juan con el que retrató Tirso de Molina. El Don Juan de El
burlador de Sevilla es burlón, manipulador y cínico. El Don Juan que nos
presenta Zorrilla si bien tiene estas características llega a enamorarse de
Inés de manera sincera y eso se ve cuando lamenta ver que le causó la muerte de
manera indirecta a su amada y que probablemente no vuelva a verla. Su
arrepentimiento le permite estar con ella en la eternidad.
Por su parte, Doña Inés de Ulloa está enamorada de manera sincera
de Don Juan, lo que hace que su compromiso sea uno felizmente arreglado. No
está claro si ella conoce o no la reputación de él, pero es muy probable que
sí. Sea como sea, Inés puede ver algo bueno en Don Juan y eso es lo que intenta
a ver a su padre cuando ambos ya están muertos.
Don Gonzalo es un ejemplo del espíritu vengativo y rencoroso más
allá de la muerte. Quiere que Don Juan sufra por sus errores y por todo el daño
que ha provocado. Sin embargo, también es un padre que ama a su hija y
entendería sus deseos y su compasión, así que logra dejar a un lado su venganza
para ella pueda ser feliz con él.
En mi opinión, la primera parte nos muestra toda la situación, cómo
ocurre y qué consecuencias traerían para la segunda parte. A pesar de todo
esto, la segunda parte me llamó más la atención que la primera y logro
mantenerla. No sé porque la primera parte no logró hacer lo mismo que la
segunda. Digamos que si no fuera por la segunda parte habría dejado de leerla.
¿Recomiendo Don Juan Tenorio? A pesar de la no muy emocionante primera parte,
sí, sí lo recomiendo.
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