EL ABANICO DE LADY WINDERMERE


Para iniciar un nuevo mes de la Madre, voy a analizar la obra de teatro El abanico de Lady Windermere del escritor irlandés Oscar Wilde, que más conocido en nuestra región por sus cuentos y su novela El retrato de Dorian Gray. Recordarán que en este mismo mes del año pasado, analicé una de sus obras de teatro desde el punto de vista de la madre. En esta ocasión, me enfocaré más en la obra y en los personajes principales, sobre todo en las dos mujeres: Lady Windermere y Mistress Erlynne.
La obra se desarrolla en el Londres de finales del siglo XIX y posee cuatro actos1; todos, con excepción del tercer acto, se desarrollan en casa de Lady Windermere. El tercer acto se desarrolla en casa de Lord Darlington, un admirador de Lady Windermere.
El abanico de Lady Windermere, una obra sobre una mujer buena2 trata sobre Lady3 Margaret Windermere, una joven perteneciente a la aristocracia inglesa que está por festejar un baile de cumpleaños, el cual es especial por tratarse de su cumpleaños veintiuno, su mayoría de edad4 y para ello ha recibido de su esposo con el que lleva dos años, Lord Arthur Windermere, un regalo de cumpleaños particular: un abanico con su nombre grabado en él. Con su esposo tiene un hijo de seis meses, Gerald.
Lady Windermere parecería una mujer feliz pero no lo es porque descubre que su esposo la engaña con otra mujer, Mistress Erlynne, a la cual le da cheques mensuales. Cuando confronta a su esposo, este habla de manera vaga y hermética, como si tuviera algo que ocultar. Además le anuncia que Mistress Erlynne asiste al baile de cumpleaños. Como Lady Windermere se crió en un ambiente puritano, se niega a aceptar que la supuesta amante de su marido llegue a su fiesta. Sin embargo, Lord Windermere le dice que Mistress Erlynne irá con o sin su aprobación, algo que entristece y molesta a Lady Windermere.
Ya en el baile de cumpleaños, Lady Windermere apenas puede soportar la presencia de Mistress Erlynne y sigue molesta con Lord Windermere por insistir en invitarla. En ese momento, Lord Darlington, un amigo de su esposo, le comunica que está enamorado de ella y que si quiere abandonar su hogar puede unírsele a él pues está por irse de Inglaterra. Ella acepta, creyendo que su esposo ya no la quiere y le escribe a este una carta. Pero Mistress Erlynne intercepta la carta de Lady Windermere y se da cuenta que está a punto de cometer un error que destruiría su vida, por lo que va a persuadirla para que regrese con Lord Windermere.
Una vez que Mistress Erlynne logra encontrar a Lady Windermere la convence de que no es amante de Lord Windermere y la insta a regresar a su lado. Le hace ver que debe pensar en su hijo de seis meses, de quien no debería estar separada. Lady Windermere se da cuenta de que Mistress Erlynne tiene razón pero antes de salir de casa de Lord Darlington debe esconderse ante la presencia de este, de Lord Windermere y de Lord Augustus Lorton, un pretendiente de Mistress Erlynne que desea casarse con ella.
Sin embargo, con la prisa dejan tirado el abanico de Lady Windermere que Lord Windermere identifica. Para salvar a Lady Windermere, Mistress Erlynne dice que tomó el abanico de manera equivocada creyendo que era el suyo. Esto evita que el matrimonio de los Windermere se derrumbe pero también hace que Lord Augustus retire su palabra de matrimonio para con ella.
Ya en su casa, los Windermere han cambiado de opinión con respecto a Mistress Erlynne: Lady Windermere la considera una buena mujer pero Lord Windermere no quiere saber nada de ella y no desea que su esposa vuelva a verla siquiera. Ambos exponen sus argumentos para intentar convencer al otro aunque finalmente sería Mistress Erlynne la que acude a la casa y les dice que se mudará al extranjero, que ha acudido a ellos porque la trataron bien y que quiere conservar de recuerdo un retrato de Lady Windermere junto a su hijo. Lady Windermere le regala el retrato junto con su abanico para lo que no habrá ningún problema pues el nombre de Mistress Erlynne también es Margaret.
Cuando Mistress Erlynne se marcha, Lord Augustus aparece para afirmar que ha cambiado de opinión sobre Mistress Erlynne y se casará con ella a cambio de irse de Inglaterra. Los Windermere los felicitan y se despiden de ambos.
Sé que se preguntarán: ¿por qué Mistress Erlynne va a buscar a Lady Windermere para que no abandone a su esposo? La explicación está en la obra, al final de su segundo acto. Como en la mayoría de las obras de Oscar Wilde, siempre hay un secreto o un giro inesperado que tuerce el rumbo de la historia cuando esta se encuentra al menos por la mitad. En casi todas sus obras aparece este elemento.
El personaje de Lady Windermere pasa de ser una mujer joven inocente con ideas puritanas sobre la sociedad a tener la mente abierta. Al principio tiene una visión negativa sobre Mistress Erlynne a causa de la descripción que le hizo una de las allegadas a la familia. Cuando finalmente tiene la oportunidad de interactuar con Mistress Erlynne de manera accidental, se da cuenta de que su temperamento y su preocupación por los demás difieren de la mujer codiciosa y egoísta que le habían detallado. Ambas desarrollan una relación de amistad al final de la obra.
Lady Windermere incluso está dispuesta a abandonar a su hijo que ni siquiera tiene un año de edad pese a que ella le faltó su madre, de esta manera dejando de lado su maternidad. Pero la intervención de Mistress Erlynne la hace recapacitar para regrese al lado de su hijo, a quien adora, y al lado de su esposo. El hecho de que ella diga que su hijo se llame igual a su padre y que de haber tenido una hija le pondría el nombre de su madre, que como ella se llamaba Margaret es una muestra de la influencia de la familia que siempre quiso tener.
Mistress Erlynne es una mujer que tiene una mala reputación a causa de un error que cometió cuando era más joven y que le costó su lugar entre la sociedad. Ahora ha regresado a Inglaterra y se ha comprometido con Lord Augustus, un hombre que ya se ha casado dos veces. Lord Windermere la conoce y quiere que trate con su esposa, algo que fue malinterpretado por muchos y los llevó a pensar que Mistress Erlynne y Lord Windermere eran amantes, lo cual no era cierto.
Son los errores de juventud que ha cometido y el temor de que otra mujer los repita lo que lleva a Mistress Erlynne a evitar que Lady Windermere destruya su vida como ella lo hizo, aparte de otra razón. No la revelaré aquí para no destriparles el secreto. Como dije antes, en las obras de teatro de Oscar Wilde siempre hay un secreto que provoca un giro en la trama.
Para Mistress Erlynne la maternidad no parecería significar mucho pero en realidad ella habría deseado no dejar de lado ese asunto porque así no se habría vuelto indigna de estar en la sociedad. Por eso evita que Lady Windermere abandone a su pequeño hijo; quiere que ambos estén juntos y sean cercanos entre sí.
Lord Windermere se muestra preocupado por su esposa y siente amor por ella, pero también puede recurrir a la persuasión como se ve cuando insiste en invitar a Mistress Erlynne a pesar de las objeciones de Lady Windermere. ¿Por qué lo hace? La razón es porque conoce a Mistress Erlynne pero el amor por su esposa le previene de decirle quién es en realidad, temiendo que esto la dañe de manera emocional.
Lord Darlington es un hombre que pertenece al mismo círculo social que los Windermere. Está enamorado de Lady Windermere de tal manera que le propone que se vaya de Inglaterra con él, dando a entender que él también cree en los rumores sobre Lord Windermere. Sin embargo, está consciente de que puede que Lady Windermere no le quiera, lo cual es cierto. Es él quien pronuncia una frase que se ha vuelto popular desde su estreno en 1892:
Todos estamos en la cloaca, pero algunos miramos hacia las estrellas
Lord Darlington, Tercer acto

La frase de Lord Darlington es referida durante una conversación sobre la bondad entre los hombres y las mujeres. Uno de los hombres con los que habla, el cual tiene una actitud bastante cínica, dice que las mujeres les exigen bondad a los hombres sólo para desdeñarlos y que hay demasiadas mujeres buenas, usando este término de manera despectiva. Para Lord Darlington, su frase y la manera en la que habla de Lady Windermere sin mencionar su nombre son un reflejo de su amor imposible y no correspondido.
Lord Augustus, llamado Tuppy en su círculo, es el prometido de Mistress Erlynne. Se ha casado en dos ocasiones pero ya no recuerda si se divorció en sus dos matrimonios, si enviudó en ambas uniones o enviudó y luego se divorció. Lo que sí es evidente es que parecería estar fascinado con Mistress Erlynne al grado de querer casarse a pesar de que hay mucha oposición debido a la reputación de ella. Eso es lo que parece cuando rompe compromiso con Mistress Erlynne debido al incidente del abanico pero luego lo renueva como si nada.
En realidad Lord Augustus ama a Mistress Erlynne de manera sincera y no se queda con la versión que ella da. Al parecer, cuando ellos se reencuentran, ella le cuenta lo que en realidad pasó. Así, Lord Augustus se da cuenta del verdadero carácter de Mistress Erlynne y que no puede dejarla atrás. La única condición para que su matrimonio sea posible es irse de Inglaterra, algo que a Lord Augustus no le molesta porque siente que se ha casado con una mujer buena como lo dicen al final los Windermere:
Lord Windermere: Pues es indudable que te casas con una mujer muy inteligente.
 Lady Windermere: ¡Ah! ¡Se casa usted con una mujer muy buena!
Cuarto acto

La maternidad en El abanico de Lady Windermere se ve de una forma que ya lo había visto en otras obras, siendo más bien indirecta. Para Mistress Erlynne, la maternidad es algo que ella dejo atrás por una mala decisión y al principio de la obra pero a medida que avanza y después de encontrarse con esa hija que dejó atrás puede seguir adelante.
Para Lady Windermere, al principio de la obra parece estar cómoda con su vida pero después de hablar con Lord Darlington y una dama allegada a la familia duda de la fidelidad de su marido y cree que su familia está construida con mentiras. Esto la lleva a aceptar la propuesta de Lord Darlington de irse con él porque ni siquiera el tener un hijo con su esposo es motivo suficiente para quedarse. ¿Por qué? Cree que Lord Windermere la apartará de su hijo para introducir en la vida del niño a Mistress Erlynne. Todo esto es una muestra de su actitud insegura, incluso se la podría considerar cobarde aunque hay que tener en cuenta que en aquella época en los divorcios los niños solían quedarse con el padre en vez de con la madre. Probablemente Lady Windermere sentía que no tenía nada por qué luchar.
Pero hay otro ejemplo, uno que podría considerarse negativo: la duquesa de Berwick. Ella no sólo no se guarda comentarios negativos sobre Mistress Erlynne sino que tiene una actitud clasista. Como madre, subvalora los intereses de su hija, Lady Agatha. La joven está enamorada de Hopper, un rico joven que viene de Australia; sin embargo su madre lo desestima como potencial esposo para su hija, a la que llama charlatana, a pesar de que él es respetuoso y quiere consultar con su esposo, el duque de Berwick. Para la duquesa de Berwick, el interés de su hija Agatha por Hopper es algo que no durará.
Uno de los temas que trata El abanico de Lady Windermere es la hipocresía de la sociedad. Esto se ve en el primer acto cuando la duquesa de Berwick habla sobre Mistress Erlynne y la reputación que tiene pero acepta como si nada a Lord Darlington, conocido por ser un playboy5 en el círculo social. También hace comentarios negativos sobre Hopper porque, pese a su riqueza y buen apellido, es de Australia, un lugar que ella considera salvaje e inferior frente a la más “civilizada” Inglaterra. Ella cree que el muchacho, que quiere casarse con su hija, no es más que un amor de final de temporada y que pronto ella se olvidará de él.
Para terminar, esta obra me gustó pero no tanto como de otras de su género. Tiene un buen ritmo y la mayoría de los personajes poseen una moralidad entre blanca y gris, es decir, algunos de ellos son bondadosos y otros son cínicos y clasistas, aunque de ninguna forma se los podría clasificar como villanos. Por otro lado, incluye giros argumentales que aparentan solucionar las tramas de los personajes pero que en realidad rayan en el absurdo. Sin embargo, para lo que quieran leer las obras de teatro de Oscar Wilde, pueden comenzar leyendo El abanico de Lady Windermere.

NOTAS
1 Por lo general, las obras de Oscar Wilde se desarrollan en cuatro actos con contadas excepciones que menciono a continuación: La duquesa de Padua (5 actos), La importancia de llamarse Ernesto (3 actos) y Salomé (1 acto). La santa cortesana y Una tragedia florentina sólo están disponibles en fragmentos pues Wilde no las completó debido a su estancia en la cárcel.
2 Traducción en español del nombre completo de la obra: Lady Windermere’s Fan, A Play About a Good Woman.
3 Véase la nota 3 en Fiesta o The sun also rises.
4 La mayoría de edad en el Reino Unido era de 21 años hasta 1968 cuando fue reducida a 18 años.
5 Hombre con un lujoso estilo de vida, que acude a lugares de moda y mantiene aventuras amorosas. A veces se le llama así a un hombre mujeriego (WordReference).

BIBLIOGRAFIA
Definición de playboy. Disponible en: http://www.wordreference.com/definicion/playboy Consultado el 4 de mayo de 2017.

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