LA VIUDA CHING, PIRATA
Hoy empezamos un nuevo Mes de la Mujer. Primero iniciamos este
ciclo desde una tierra lejana como lo es China, con una mujer muy singular: Ching
Shih, una viuda que se convirtió en pirata. Uno pensaría que ella surgió de la
pluma de algún escritor chino, pero no; en realidad aunque ella existió una
versión ficticia de su historia viene de uno de los escritores latinoamericanos
más importantes del siglo XX: Jorge Luis Borges. La viuda Ching, pirata aparece
en el libro de cuentos Historia universal de la infamia, publicado en 1935.
La viuda Ching, pirata está compuesto por un prólogo y siete
secciones. En el prólogo se menciona a otras mujeres que incursionaron en la
piratería como Mary Read y Anne Bonney. Las siete secciones muestran los
comienzos de la viuda Ching en la piratería, cómo se enfrentó al gobierno y
finalmente, cómo terminó su vida.
La viuda Ching es una mujer, que como su nombre lo indica, era la
viuda de un antiguo pirata que se convirtió en funcionario del Imperio chino y
que fue traicionado por las fuerzas de este y los accionistas piratas. Ante
esto, la viuda se reúne con el resto de los piratas que buscan elegir un nuevo
líder. Ella resulta elegida y se convierte en la líder de los piratas.
Durante trece años, ella se convirtió en el terror de los ríos y en
alguien a quien los emperadores no osaban enfrentarse pero también imponía
deberes a los piratas y ciertos derechos a los prisioneros. Por ejemplo los
piratas no podían comercializar con ellos ni prostituir a las prisioneras y no
podían abandonar su puesto. Este orden se mantuvo hasta que Kia-Kiang, un joven
que empieza su reinado, decide combatir a la viuda Ching y para eso encomienda
al almirante Kvo-Lang.
Sin embargo, la viuda Ching resulta ser alguien difícil de
derrotar. A pesar de los cambios de almirantazgo, no logra doblegarla. Al
final, la viuda Ching nunca es derrotada en batalla sino que se rinde ante el
emperador tras ver signos que le indicaban que su vida como pirata estaba por
acabar. Al final cambia su nombre y tiene una larga vida, dejando que los
cuatro ríos recuperen la paz. Sin embargo, sigue estando en contra del gobierno
chino como se ve cuando se menciona a qué se dedica durante su vejez.
La viuda Ching es una mujer aguerrida y persistente. No se rinde
ante la adversidad y sabe cuándo aceptar la clemencia. Sin embargo, también
está consciente de que debe terminar una etapa de su vida la asume sin
problemas pues sabe que hay algo más que le espera. Ella es un claro ejemplo de
una protagonista villana pues aunque ella es el personaje principal del cuento
sus acciones la hacen más cercana a una antagonista.
Su rival principal es el emperador Kia-King que, pese a su juventud,
está decidido a recuperar el orden en los cuatro ríos y para ello, necesita
contar con almirantes de renombre los cuales por desgracia no resultan ser
rivales para la viuda Ching. Sin embargo, no siempre está dispuesto a usar la
fuerza y considera que la clemencia y el diálogo son más efectivos que el
enfrentamiento.
En mi opinión, el cuento tiene una estructura interesante pero su
contenido no es tan sólido como se supone que debería ser y su ritmo es
demasiado acelerado. No está mal, sin embargo considero que hay cuentos de
Borges que son mejores que este. Ahora es hora de dejar China.
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