EN UN LUGAR DE LAS INDIAS
Hoy les presento dos entradas: una dedicada a la Lengua de
Cervantes y la otra a la lengua de Shakespeare pues esta semana es el aniversario
400 de sus fallecimientos. En esta entrada y para celebrar un nuevo Día del
Idioma Español junto con el aniversario 400 de la muerte de Miguel de Cervantes
Saavedra, quiero presentarles una historia que lo involucran a él y a su
personaje más celebre: Don Quijote de la Mancha.
Sé lo que están pensando, pero no. No se trata del libro El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, sino de una historia alterna en que
Cervantes y El Quijote son protagonistas y se conocen entre sí. Se trata de un
cuento llamado En un lugar de las Indias, escrito por el colombiano Pedro Gómez
Valderrama y publicado en 1970, a quien le dediqué una entrada en septiembre de 2015.
Hubiera querido leer alguno de los libros más célebres de Cervantes como El
Quijote, las Novelas Ejemplares o quizá su última obra, Los trabajos de
Persiles y Sigismunda. Lamentablemente no pude hacerlo por falta de tiempo.
Esto no quiere decir que la historia de Gómez Valderrama sea menos
interesante, por el contrario, me gustó, sobre todo por el giro inesperado que
tiene al final. Se trata de Alonso Quijano que decidió escribir una historia
sobre su amigo Miguel de Cervantes, que después de haber combatido a los
turcos, ser capturado, cautivo y finalmente liberado, está dispuesto a darle
nuevos aires a su vida lejos de España. Para ello solicita un trabajo a la
Corona a causa de su historial como veterano de la Batalla de Lepanto y su
calidad de prisionero. A su vez, le ofrecen el cargo de contador de galeras en
Cartagena de Indias. Cervantes acepta y parte desde Sevilla en un barco con
destino a Cartagena.
Ya en Cartagena de Indias, Cervantes se encarga de contar las
galeras, es decir, los barcos que llegaban al puerto. En este libro, Cervantes
parece un poco inflado porque decía ser escritor aunque nadie lo viera escribiendo
nada y sus reportes de las galeras no eran los mejores. Todos lo conocían mejor
por su manera de beber y seducir a las mujeres españolas y criollas de
Cartagena. Pero cuando se entrega a su ama de llaves mulata, Piedad,
prácticamente se encierra en su casa y no sale ni siquiera para realizar su
trabajo.
Al poco tiempo, su manera de abusar de la bebida y del sexo lo
llevan a contraer a contraer una enfermedad, de la cual muere sin recibir los
santos oleos, puesto que ninguna autoridad eclesiástica decide acudir a la casa
por considerarla la residencia de un pecador. Antes de morir, le ordena a
Piedad destruir sus manuscritos, petición que es concedida.
Todo esto sonaría como la historia de un hombre que fracasó en lo
que se propuso y acabó solo, enfermo y repudiado, sólo que hay un detalle: es
una historia de ficción. En realidad el verdadero Cervantes nunca viajo a
Cartagena de Indias sino que se encuentra en un lugar de la Mancha escuchando
la historia que su amigo Alonso Quijano ha estado escribiendo. Al final
Cervantes empieza a pensar en esa historia como si de verdad le hubiera
ocurrido.
Miguel de Cervantes Saavedra
Como ya mencioné en la anterior entrada de Gómez Valderrama, una de
sus especialidades eran las historias alternas como la de Eliezer y Rebeca. En
un lugar de las Indias responde una pregunta que quizá algunos se han hecho:
¿qué hubiera pasado si El Quijote hubiera sido el escritor y Cervantes su
personaje? Quijano decide situar a Cervantes en las Indias, que era como
llamaban los españoles a América, y le da una personalidad y modo de vida de
las del verdadero Cervantes y un destino distinto. Cervantes acaba pareciendo
un personaje odioso, presumido y con una terrible reputación, pero al final se
descubre que era un hombre que albergaba sus pensamientos en lo más profundo de
su hogar y sin embargo prefiere destruirlas que darlas a conocer ante el mundo.
Aun así, Gómez Valderrama decide darnos un giro al mostrar que
Cervantes no sólo está vivo sino que es amigo de Alonso Quijano, que en nuestra
continuidad es un personaje literario que nunca existió y que en realidad
Quijano es el escritor y no
Cervantes. No se menciona sobre que hace Cervantes pero es poco probable que se
dedique a la escritura debido a la manera como se narra su encuentro con
Quijano pero le gusta lo que escribió. Esto hace que la historia sea mucho más
extraña de lo que ya es.
Si tienen la oportunidad de hallar este cuento en Internet o en el
libro Cuentos Completos de Pedro Gómez Valderrama, una antología de cuentos en
la cual aparece esta historia, léanlo. Se los recomiendo, no sólo este sino
otros cuentos de este autor porque les aseguró que cuando los lean con
detenimiento los dejaran con una sensación de sorpresa o satisfacción. También les recomiendo darle una hojeada a los libros de Cervantes, ya sea Don Quijote, La Galatea o las Novelas ejemplares. También son libros que no debemos desaprovechar.
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