LOS BAILARINES
Este
cuento, publicado en 1903, lo leí recientemente. Siempre me llamó la atención
una imagen que tenía en una enciclopedia de unos monigotes moviéndose y que
estaba relacionada con Sherlock Holmes, puesto que está en este cuento. El
escrito debajo de la imagen también comparaba este cuento con El
Escarabajo de Oro de Edgar Allan Poe porque ambos tienen
criptogramas que deben ser resueltos.
La
historia comienza con Holmes investiga una hoja de papel con unos extraños
dibujos que parecen hacer sido hechos por un niño pequeño y Watson se extraña
por ello. Holmes le explica que es un mensaje que le llegó al señor Hilton
Cubitt, miembro de una familia reconocida, pero no rica, de Norfolk, y que la
policía local ha sido incapaz de resolverlo, por lo que acudió a él. El señor
Cubitt menciona que el mensaje tiene a su esposa alterada y necesita que se
sepa quién lo envió.
A
través del testimonio del señor Cubitt, Holmes empieza a conocer los detalles
de lo que ocurre:
· La señora Cubitt parece conocer lo que dice
el mensaje, por lo que no es arbitrario, sino un código secreto.
· La señora Cubitt, de nacionalidad
estadounidense, tiene un pasado misterioso que se niega a revelar a su esposo.
· La señora Cubitt empezó a sentirse
intranquila a raíz de la llegada de un mensaje de Estados Unidos.
Días
después de recibir la visita del señor Cubitt, Holmes y Watson reciben un
telegrama que anuncia su llegada. El señor Cubitt les dice que volvió a recibir
mensajes con el mismo código y que pudo ver al hombre que los escribe.
Después
de su testimonio, Holmes se dio cuenta de algo:
· La señora Cubitt probablemente conoce al
hombre de los mensajes y por la forma como le imploró a su esposo no salir,
significa que quería protegerlo.
· Este hecho hace suponer que el hombre de los
mensajes es alguien de cuidado.
Esa
noche Watson observa a Holmes escribiendo letras y haciendo los mismos
garabatos que se encontraban en los mensajes enviados a los Cubitt. Después de
un tiempo, Holmes se levanta y le envía una carta al señor Cubitt dándole una
información necesaria para el caso, pero tuvieron que esperar mucho antes de
que el señor Cubitt les enviara su respuesta. Para cuando llegó, incluía otro
mensaje encriptado.
Holmes
lo estudia, pero cuando termina de analizarlo, le pide a Watson que vayan de
inmediato a Norfolk para hablar con los Cubitt. Al llegar a la estación de
trenes, se encuentran con que no hay trenes a North Walsham hasta la mañana
siguiente. Mientras esperan el tren les llega con urgencia un telegrama del
señor Cubitt.
Al
llegar a North Walsham, el jefe de estación les informa que el señor Cubitt ha
fallecido por un balazo y que la señora Cubitt estaba al borde de la muerte en
un aparente intento de suicidio. Se la cree sospechosa de haber matado a su
esposo. Sin pensarlo, Holmes y Watson intentan llegar lo más pronto posible a
Norfolk. En el trayecto, Watson notó que Holmes estaba angustiado por alguna
razón después de haber verlo visto haciendo dibujos y letras y que se
apesadumbró aún más al llegar a la residencia de los Cubitt.
Las
dos empleadas de los Cubitt, la cocinera y la doncella, declararon habían
encontrado en la habitación de la pareja y que subieron hasta allí sólo para
encontrar al señor Cubitt muerto de un disparo en el pecho y a la señora Cubitt
malherida con una bala en la cabeza cerca de la ventana, además de dinero en el
bolso de la señora Cubitt. De sus testimonios, de la información del inspector
Martin y de la investigación del propio Holmes, se desprenden varios datos:
· La ropa de cama de la pareja indica que
estaban en la cama antes de que ocurriera la tragedia.
· La señora Cubitt tenía rastros de pólvora en
el rostro, pero no en las manos. Su esposo no tenía pólvora en ninguna parte de
su cuerpo.
· Un tercer disparo había dado en el borde de
la ventana, lo que indica que había una tercera persona involucrada que había
disparado desde afuera pues el casquillo fue encontrado en el jardín.
· El olor a pólvora concentrado de la
habitación indicaba que la puerta y la ventana habían estado abiertas por muy
poco tiempo. La puerta y la ventana estaban aseguradas porque la señora Cubitt
las había cerrado para evitar que la tercera persona regresara.
Más
tarde Holmes le pide información al inspector Martin sobre algún lugar llamado
Elrige’s, cuyo nombre se encuentra en un sobre remitido por Abe Slaney.
Mientras van hacía allá, Holmes le explica a Watson cómo logró descifrar los
mensajes de los bailarines. Al igual que William Legrand, el hacendado
empobrecido de El Escarabajo de Oro, Holmes se guío por la frecuencia de las
letras en el idioma inglés y de esta manera resolvió los códigos, uno de los
cuales decía Am Here Abe Slaney1.
Además
supuso que Abe Slaney era estadounidense y estaba involucrado con la señora
Cubitt por distintas razones que supo y que averiguó al llamar a un contacto en
Nueva York:
· Su diminutivo, Abe, era muy utilizado en los
Estados Unidos y muy raro en el Reino Unido.
· El pasado oculto y nunca revelado por la
señora Cubitt estaba relacionado con él gracias a los mensajes descifrados.
· Su contacto en Nueva York lo calificó como
“el maleante más peligroso de Chicago”. Eso ocurrió poco antes de recibir el
último mensaje del señor Cubitt.
Tomando
las letras que ya habían descifrado de los primeros cuatros mensajes, Holmes
logró entender que el último mensaje decía Elsie,
prepare to meet thy God2
El
inspector Martin propone capturar a Abe Slaney pero Holmes le pide que espere a
que él aparezca. En efecto, Abe Slaney aparece y después de mucho esfuerzo,
logran capturarlo. Este confiesa que es un antiguo prometido de la señora
Cubitt y que esta huyó al Reino Unido porque no quería estar con un criminal.
Abe Slaney se excusó diciendo que quería reclamar lo suyo, pero que le disparó
al señor Cubitt porque él también le había disparado. La señora Cubitt,
profundamente afligida por perder al hombre que amaba a manos de su ex
prometido, intentó quitarse la vida. Holmes le informa que tendrá responder
ante la justicia, pero a Abe Slaney no le importa eso sino la gravedad de la
señora Cubitt, pero pregunta quién escribió el mensaje que atrajo hasta allí.
Holmes responde que fue él a pesar de la incredulidad de Abe Slaney,
respondiéndole con una frase contundente: “Lo que un hombre inventa, otro lo
puede descifrar”.
Abe
Slaney contesta que el código fue inventado por sus compinches y el padre de la
señora Cubitt, el jefe de la banda. Ella los había abandonado para no saber
nada sobre sus negocios ilegales, pero él logró seguirla después de enterarse
que se había casado. Él la amenazó y la hostigó hasta esa misma noche, en la
que finalmente se encontró con la pareja. El dinero encontrado en el bolso de
ella era un soborno para que Abe Slaney la dejara en paz, sin embargo no se
conformó con eso y trató de hacerla salir por la ventana. Entonces tanto el
señor Cubitt como Abe Slaney se dispararon y Slaney aprovechó un tiro fallido
del señor Cubitt para darle muerte.
Cuando
el coche de la policía llega para llevarse a Abe Slaney, Holmes le muestra a
Watson el mensaje que le envió a Abe Slaney y que descifrado significaba Come here at once3. A manera
de epilogo se menciona que Abe Slaney fue condenado a muerte pero su pena fue
conmutada por trabajos forzados por circunstancias que ayudaron a suavizar el
veredicto y que la señora Cubitt se recuperó de su herida y dedicado el resto
de su vida cuidando a los pobres y administrando las propiedades de su esposo.
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El
relato tiene elementos similares al cuento El Escarabajo de Oro de Edgar Allan
Poe en lo que se invita a resolver un misterio mediante mensajes con códigos
ocultos, invitando a cualquier que desee descifrarlos que lo haga. En El
Escarabajo de Oro son las instrucciones para buscar un tesoro pirata y en Los
Bailarines averiguar quién es la persona que atormenta a los Cubitt.
Además
de los criptogramas, Los Bailarines está relacionado con El Aristócrata
Solterón ya que ambos involucran mujeres estadounidenses casadas con hombres
británicos y que poseen un pasado oculto que sólo conocen sus más allegados y
que no quiere que sepa nadie en el Reino Unido. Ambos secretos involucran un
esposo o un amante perdido, pero mientras la joven de El Aristócrata Solterón
decide volver con su amor, la mujer de Los Bailarines desea alejarse del hombre
como sea. Por desgracia, en el caso de la señora Cubitt, esto le cuesta al
hombre con el que se casa y por lo que se muestra, pasa el resto de su vida
viviendo con el remordimiento.
La
reacción de Sherlock difiere en los cuentos. Mientras en el primero se siente
triunfante por haber resuelto el misterio y reestablecer la relación de dos
viejos amantes, aunque sintiendo un poco de compasión por el aristócrata, en el
segundo no puede evitar estar apesadumbrado por haber llegado demasiado tarde para
salvar a su cliente.
Para
concluir, de los dos cuentos, mi preferido es El Aristócrata Solterón por sus
antecedentes históricos, su sencilla temática y por resolver un misterio
dándole un final feliz tanto para la pareja como para el aristócrata, que acaba
por perdonar a los amantes. En el caso de Los Bailarines, el cuento tiene elementos
misteriosos como el pasado oculto de la esposa y los mensajes encriptados pero
su final es tan sombrío que deja huella en todos los personajes de la historia,
incluso para mí, que soy lectora, así que creo que no volveré a leerlo.
NOTAS
1 Estoy aquí, Abe Slaney.
2
Elsie, prepárate para reunirte con Dios.
3 Ven
aquí inmediatamente.
Tnx for the description
ResponderEliminarGracias por la visita. Saludos.
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