EL NOVILLO Y EL CARNERO

ADVERTENCIA

Contenido oscuro y/o violento. Sí desea leer, siga adelante; sino, lea otra entrada.


Sé que se preguntarán por qué la entrada de esta semana se llama así. Esto es porque la entrada en realidad no es un cuento, una novela ni tampoco una obra de teatro, sino de un pasaje de El Carnero, un libro de la época de la Colonia en Colombia, el cual muestran cómo vivían nuestros antepasados en aquella época, pero que también tiene historias truculentas, como la que voy a relatarles.
Verán: este pasaje me lo leyeron en el colegio en 2001, pero redactado en forma de cuento. Cuando supe que estaba en El Carnero, empecé a buscarlo aunque fue muy difícil de encontrar puesto que el libro está escrito en forma de crónicas de la vida en el antiguo Reino de Nueva Granada, no de cuentos. Por fin, a principios de este año, hallé el pasaje en el capítulo XVI, que está dedicado a crímenes y delitos, y finalmente pude leerlo. Sólo puedo decir que este episodio no es muy diferente de la vida actual, ya que siguen pasando las mismas cosas. Para mí, esta es una historia en la que un malentendido puede ocasionar una tragedia.
La historia gira en torno a un hombre, don García de Vargas, un criollo que estaba siendo juzgado por matar a su esposa porque supuestamente lo había engañado y un niño mestizo sin nombre, hijo de un maestro de armas, que era sordomudo y tenía la costumbre de jugar al caballito para llegar a Tocaima. Ambos no tenían relación ni se conocían entre si, pero sus caminos acabarían cruzándose.
Un día hubo un asado en la hacienda de don García de Vargas organizada por su esposa y su suegra, ya que acababa de torear y sacrificar un novillo para la fiesta. A ese asado acudió el mestizo y comió, para volver a hacer su paseo de caballito. En esas don García de Vargas se topa con el mestizo en la plaza y le pregunta de dónde venía, a lo que el mestizo contesta haciendo una seña de cuernos con sus manos sobre la cabeza. Don García de Vargas, enfurecido y enloquecido por los celos, apuñala a su esposa, matándola en el acto, y luego hiere a su suegra, la cual intentó defender a su hija.
Don García de Vargas fue detenido y toda su historia se cayó porque descubrieron que las señas del niño mudo fueron malinterpretadas y que su esposa nunca le fue infiel. Entonces se dio cuenta de su error, y luego de escapar de la ciudad con ayuda de unos amigos, prefirió regresar a la cárcel para que juzgaran su crimen. Intentó declararse loco pero no tuvo exito y fue condenado a la pena de muerte.
La historia, aunque sombría, nos deja enseñanzas importantes: no debemos dejar que la ira domine nuestros sentimientos porque nos lleva a tomar decisiones de las que acabamos arrepintiéndonos, tal como el hombre del libro. También nos ilustra a analizar lo que en realidad ocurre y no conformarnos con la primera opinión que escuchamos. Asimismo la tercera lección es que debemos asumir nuestros errores y no escapar de ellos. 

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