MEDEA


Para finalizar este mes de las madres, elegí de última a esta mujer por su antigüedad y por estar relacionada con la antigua mitología griega. Ella fue una hechicera que ayudó al hombre que amaba a encontrar el vellocino de oro, luego tuvo dos hijos con él y fueron exiliados por matar un rey, pero luego el hombre que amaba la abandonó para poder casarse con una princesa y dejar de ser un desterrado. ¿Quién es ella? La hechicera Medea. Para saber un poco más de ella, adentrémonos un poco en mitología.
Medea era hija de un rey y nieta de Helios, el dios del sol. Aprendió brujería de su tía, la célebre hechicera Circe (la misma que convirtió en cerdos a los hombres de Ulises en La Odisea) y estas habilidades le serían de utilidad a Jasón a la hora de buscar el vellocino de oro que debía entregar a Pelias, rey de Yolco y tío de Jasón, para que este le diera el trono que por derecho le correspondía a Jasón. Luego Jasón y Medea se casan y tienen dos hijos, pero ella provoca el asesinato de Pelias a manos de las hijas de este ante su negativa de devolverle el trono a Jasón. Los habitantes de Yolco, asqueados por la implicación de Medea en el magnicidio de Pelias, condenan al destierro a ambos. La pareja se instala en Corinto y allí es donde empieza la obra de Eurípides, que fue la que yo leí, si bien existe una Medea escrita por Séneca.
Jasón ve que necesita recuperar su reputación y repudia a Medea y a sus dos hijos para casarse con la princesa Glauca, hija de Creonte, rey de Corinto. La única condición para el matrimonio es que Medea sea desterrada junto a sus hijos, algo que Jasón acepta aunque en el fondo se oponga. Obviamente a Medea no le cae bien la noticia y su corazón se llena de despecho y de deseos de venganza contra el hombre que una vez amó.
Para mí, el problema de Medea es que sus deseos de venganza anteponen sus instintos maternales al punto de involucrar a sus propios hijos en su venganza contra Jasón ya que quiere que él sufra de la misma forma en que ella ha sufrido por su pronto destierro. Todos los involucrados con Medea como el pedagogo, la nodriza de los niños y Egeo, otro rey, intentan ayudarla, consolarla y que se apoye en sus hijos, pero ella no los escucha; sólo le importa hacerle daño a Jasón.
Medea intenta buscar la forma de destruir la vida a Jasón y finalmente considera que usar sus artes de hechicera sería lo mejor, por lo que prepara un atavío de extraordinaria belleza para Glauca que al ponérselo le causaría la muerte y envía a sus hijos con ellos para que mueran junto a ella, pero luego se arrepiente y los envía de nuevo a su lado, tal vez porque piensa que esa no la mejor forma de acabar con sus vidas. Al final Medea acaba con sus hijos por su propia mano para evitarles el sufrimiento del destierro y asumir sola ese destino.
Todos los actos de Medea los hace motivada por el dolor, el despecho y la venganza. Al saber que será desterrada por segunda vez y de que el hombre que ama la ha abandonado por riquezas y poder, sólo quiere destruirlo. Sus sentimientos por sus hijos son contradictorios ya que primero los rechaza y luego intenta sacrificarlos sólo para hacer hacerle daño a Jasón, pero luego prefiere matarlos ella misma para que no sufran, para cumplir su venganza y marchar ella sola al destierro. De todas las madres que analicé este mes, creo que Medea no sólo es la más vengativa sino también la más paradójica, debido a su lucha entre el amor y el odio por sus hijos, que acaba de una manera muy trágica.
Esta litografía me causaba un poco de miedo cada vez que veía la sección de Arte del Mentor Interactivo.

Con esta entrada termino el ciclo del Mes de la Madre. Leí sobre madres que cumplen su rol para ayudar y dejar que sus hijos hagan sus vidas, así no hayan sido dedicadas a ellos y cómo a pesar del tiempo que lleven muertas, aún son una gran influencia para ellos. Sin embargo, también analicé a madres que no sienten el mínimo afecto por su prole y otras que siente tanto amor como indiferencia y desprecio por ellos. No ha sido fácil leer a estas mujeres; en algunos momentos no pude evitar sentir que quería abandonar la lectura pero decidí continuar y seguir, ya no hubiera logrado acabar este especial.
Sólo espero que sientan tan satisfechos como yo.

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