MADRE CORAJE Y SUS HIJOS
Para
seguir con el ciclo literario del Mes de las Madres pasamos a una madre
trabajadora y perseverante pero a la vez orgullosa e indiferente. Esta mujer se
llama Anna Fielding, pero muchos lectores la conocen por su apodo: Madre Coraje.
Este libro, Madre Coraje y sus Hijos, pertenece al dramaturgo alemán Bertolt
Brecht, y fue estrenado en la ciudad suiza de Zúrich en 1941. En Alemania no se
estrenaría hasta 1949, cuando ya la Segunda Guerra Mundial había concluido.
La
razón de por qué Brecht escribió y publicó la obra durante su exilio y la
estrenó en un país neutral como Suiza fue debido al sentimiento antibélico que
la obra posee y en una nación que fomentaba el armamentismo como lo era
Alemania en la época nazi ese pensamiento era inaceptable.
Seré
sincera: esta obra no fue fácil de leer y comprender. Me molestó un poco el
hecho que a veces los cantos sobrepasaran los diálogos y el estilo de la obra
me hizo llegar a un punto de querer abandonarla, pero sentí que era mi deber
continuar. Lo resumiré de esta manera: no me gustó la obra y no volveré a
leerla.
Volviendo
a la obra, la protagonista se muestra como una mujer que posee una carreta y
con mercancías las cuales vende para sobrevivir en medio de la Guerra de los
Treinta Años. Con ella está sus hijos Eilif; Feios, al que apodaba Requesón y
Catalina, cada uno de padre diferente. Eilif es astuto, Requesón es descrito
por su madre como probo, es decir, honesto, y Catalina tímida probablemente
debido a que es muda. Ha pasado gran parte de su vida viajando por Europa
Central vendiendo y criando sola a sus hijos.
Para
Madre Coraje, la guerra significa ingresos ya que puede vender a los soldados
su mercancía y hacer dinero, pero sus sentimientos con respecto a ella y a sus
hijos son muy contradictorios. Empecemos con la guerra. Al principio de la obra
le va bien en su negocio, hace dinero y eso le permite comprar más objetos,
pero a medida que la misma obra avanza ya no encuentra a alguien que le compre
sus cachivaches debido a la disminución de la población a causa de la guerra y
el empobrecimiento de la restante. Esto la lleva a padecer hambre y demás
necesidades, por lo que empieza a desagradarle la guerra.
En
lo que respecta a sus hijos, no estoy segura de que quiera a sus hijos ya que
tiene sentimientos contradictorios a todo lo que ocurre con respecto a ellos.
Cuando Eilif es reclutado de manera forzada por los soldados, ella sólo se
limita a continuar con su negocio junto con sus dos hijos restantes, Requesón y
Catalina. Cuando Requesón es nombrado pagador del regimiento católico para no
prestar el servicio militar, ella coloca insignias católicas en su carreta pero
cuando este es ejecutado por los protestantes, no sólo no reconoce el cadáver
de Requesón como su hijo sino que vuelve a colocar las insignias protestantes
para evitarse problemas y sobrevivir. Tampoco demuestra ser afectuosa con su
hija muda Catalina, ya que cuando está es violada y desfigurada sólo se limita
a darle unos zapatos rojos que pertenecían a una prostituta del regimiento y
que ella tanto quería; no le molesta dejarla con unos campesinos mientras está
tratando de conseguir comida y de nuevo sigue con su camino cuando pierde a
todos sus hijos y sólo piensa en su hijo Eilif como a alguien que probablemente
no volverá a ver, pues no sabe que él fue ejecutado hace años por robar comida.
Para
mí, Madre Coraje es una mujer que intenta plantarse al árbol que tenga mejor
sombra. Esto quiere decir que ella se une a las circunstancias que considera la
más adecuadas y rentables, pero cuando estas ya no lo son, las cambia por otras
sin inmutarse. Esto se ve por ejemplo cuando cambia sus insignias protestantes
por unas católicas y cambia estas por las protestantes de nuevo y lo mismo
ocurrió cuando un cocinero con el que tenía una especie de amistad la invita a
que se fuera con él a una hostería de Utrecht que había heredado pero con la
condición de que dejara a Catalina pues la hostería era pequeña y no quería
hacerse cargo de una joven muda, desfigurada y de edad matrimonial avanzada.
Madre Coraje sabe que si acepta eso no volvería a ver a Catalina y rechaza la
propuesta.
Como
madre, Madre Coraje parece querer a sus hijos pero al mismo tiempo no puede
evitar sentir indiferencia por ellos ya que sólo le importa ganar dinero y
sobrevivir a toda costa, mostrando que puede ser perseverante y tener éxito,
pero lo único que logra no sólo es perder el poco dinero que había ganado en
esos años sino también a sus hijos, aun cuando esas tres pérdidas no la
quiebran sino que se resigna a continuar su vida andariega.
La
obra no sólo muestra que la guerra no sólo no sirve para nada, sino que deja
una enseñanza muy sombría: en ciertos casos, la constancia no sirve de nada si
la usas para obtener riquezas. Vale la pena no sólo luchar por los hijos, sino
también estar con ellos.
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