EL INMORTAL
Mi primera
reseña del año comienza con un cuento de uno de los más grandes escritores
latinoamericanos de la historia, Jorge Luis Borges. El cuento que escogí fue El inmortal, que fue publicado en 1947 y recopilado en el libro de cuentos El
Aleph, en 1950.
Borges
nos describe que este cuento hace parte de La Ilíada escrita por Alexander
Pope, ofrecida en 1929 por el anticuario de Esmirna, Joseph Cartaphilus, a la
princesa de Lucinge. Al poco tiempo, Cartaphilus muere ahogado en alta mar cuando
regresaba a Esmirna y entre sus pertenencias le encuentra el manuscrito de El
Inmortal.
Aquí
Borges decide contar la historia de un
tribuno militar romano, Marco Flaminio Rufo, que estaba de servicio en Tebas
cuando se encuentra con un jinete moribundo que le habla de la Ciudad de los
Inmortales, la cual posee una fuente de agua oscura que le da vida eterna al
que bebe de ella.
Después
de una larga travesía, halla a una tribu de trogloditas y una ciudad casi
completamente destruida. Al llegar allí logra ver una fuente de agua oscura de
la cual bebe. Pronto se da cuenta de que el poblado destruido es la Ciudad de
los Inmortales y los trogloditas son los habitantes originales de la ciudad.
Pero pronto, al no gustarle la ciudad y al no poder adaptarse a la tribu, la
abandona.
A
medida de que pasan los siglos, Flaminio Rufo presencia como el Imperio Romano
decae y desaparece y como surge nuevos imperios, pero también descubre las
desventajas de la inmortalidad y termina anhelando recuperar su mortalidad
hasta que un 4 de octubre de 1921 cuando bebe de agua clara, distinta de la
oscura que bebió en la Ciudad de los Inmortales. De repente se lastima con un
árbol espinoso y al ver que su sangre manaba, se da cuenta de que ha recuperado
su mortalidad.
Sin
embargo, Borges nos hace ver que el relato tiene una gran cantidad de
inconsistencias puesto que hay distintos escritores y narradores e incluso duda
de que el narrador de las cuatro primeras partes sea el tribuno romano que en
el cuento se llama Marco Flaminio Rufo, puesto que usa frases que se le
atribuyen a Homero, no a los romanos, que son posteriores al célebre escritor
de la Antigua Grecia. De esta manera Borges concluye que el cuento es falso.
Este cuento me gustó mucho no sólo porque es el primer cuento que leo de Borges, sino porque logró mantener mi atención. La atención que Borges da a los detalles y a los datos inconsistentes es excelente y muestran por qué es uno de los grandes exponentes de la literatura latinoamericana.
Este cuento me gustó mucho no sólo porque es el primer cuento que leo de Borges, sino porque logró mantener mi atención. La atención que Borges da a los detalles y a los datos inconsistentes es excelente y muestran por qué es uno de los grandes exponentes de la literatura latinoamericana.
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