SIN NOVEDAD EN EL FRENTE


Esta semana analizaré la novela Sin novedad en el frente del escritor alemán Erich María Remarque. Sin novedad en el frente consta de doce capítulos y fue publicada por primera en 1929.

Ahora hablaré de los personajes.

Paul Bäumer es el narrador. Hace parte de un grupo de jóvenes recién salidos de la escuela para inscribirse en el frente junto con Kropp, Müller, Leer y Kemmerich. A medida que la guerra, va perdiendo ese optimismo y el amor por la patria que lo llevó a alistarse y de a poco se vuelve alguien que detesta la guerra y que sabe que tarde o temprano podría morir acribillado. Se pregunta si la guerra es necesaria y si los soldados de otros países sentirán lo mismo que él.

Adolf Kropp es un soldado de la misma compañía de Paul y pronto los dos se convierten en amigos. Su relación se afianza cuando ambos son heridos en el frente, pero mientras a Paul logran salvarle la pierna y el brazo, a Kropp le amputan la pierna y muere poco después.

Stanislaus «Kat» Katczinsky es el mayor del grupo con 40 años de edad, siendo zapatero antes de entrar a la guerra. Kat es el que consigue la comida, por lo menos alguna que sea más decente que lo comen de manera habitual en la trinchera. A diferencia de los otros soldados que fuman cigarrillos, él fuma en pipa y sumado al ser el mayor de todos, tiene esposa e hijo. Es el último veterano de la compañía que muere.

Friedrich Müller hereda las botas de Kemmerich. Les hace ver a Kropp y a Bäumer que tal vez que deberían retomar los estudios cuando termine la guerra ya que los tres son los únicos que no tienen un oficio o una habilidad como Kat o Detering. Sin embargo, él también muere y le deja las botas a Paul.

Detering era granjero antes de ir al frente. Al estar familiarizado con los trabajos del campo, Detering siente un gran cariño por los caballos, por lo que es el más afecto cuando escucha los alaridos de los caballos heridos, prefiriendo que los maten con un solo tiro en lugar de dejarlos agonizar. La frase que resume su pensamiento es «la mayor vileza es que los animales tengan que hacer la guerra» (Remarque, p. 53).

Franz Kemmerich es un personaje que solo aparece en el primer capítulo, pero su aparición es el primer indicio de lo cruenta que es la guerra, no solo para los que mueren en el frente sino para los que quedaron heridos y sufren una larga agonía. Franz y Paul se conocen desde la escuela, con el primero dejando que el segundo copiara sus evaluaciones. En efecto y a pesar de la amputación de una pierna para intentar salvar su vida, Paul sabe que Kemmerich está condenado con solo verlo y olerlo, a diferencia de sus demás compañeros. No mucho después empieza a tener síntomas y al cabo de unos días, Kemmerich está muerto, algo que le causa cierta abstracción a Paul porque lo conocía desde hace mucho tiempo y sabe que será él el que tendrán que darle la triste noticia a su madre.

Haie Westhus es uno de los compañeros de la trinchera y es el encargado de encender el fuego para cocinar. Antes de la guerra era minero. Tiene la cara pecosa según lo que describe Paul. Lo que más espera al terminar la guerra es acostarse con una mujer, quizá con su prometida, y piensa en convertirse en guardia rural, algo que desafortunadamente nunca haría.

Tjaden era cerrajero antes de entrar en el ejército. Es tacaño cuando se trata de sus cosas. Leer es otro de los compañeros de colegio de Paul y se caracteriza por ser un mujeriego.

El tema principal es la guerra y todo lo que la rodea. Remarque nos muestra cómo la guerra no deja indemne a nadie, pues esta arrasa con todo tipo de terrenos, vidas, salud y demás. A través de Paul Bäumer, Remarque nos da una idea de lo cruenta y destructiva que es la guerra y el estilo descriptivo que tiene la narración de Remarque hace que el lector pueda comprenderlo mejor, pero hablará de la narración más adelante.

Otro tema es la perdida de la juventud y el inicio de la madurez. Al narrar la historia a través de un hombre que recién se ha graduado de la escuela y se alista en el ejército junto con sus amigos, también retrata cómo Paul va perdiendo su inocencia a medida que la guerra continua, pasando de ser un joven con muchos sueños y deseoso de luchar por su patria a un joven cínico, desilusionado, con daño tanto físico como mental, que ha perdido a casi todos sus amigos con los que se inscribió y que pensó que la guerra lo convertiría en hombre. Nada más lejos de la realidad.

Lo de grupos de jóvenes que se alistaron en la guerra es trágicamente cierto, pues muchos grupos de jóvenes que provenían de clubes, clases escolares o varios grupos específicos se alistaron juntos en la Primera Guerra Mundial. Varias de esas agrupaciones fueron arrasadas y los sobrevivientes quedaron con la herida de haber sobrevivido a varios de sus amigos.

El estilo narrativo de Remarque hace que el lector sienta que está en el frente y pueda visualizar como el pasaje en el que uno de los caballos se levanta a pesar de que está herido y sus entrañas cuelgan o que soldados afectados por el gas que escupen sus pulmones. En resumen, su narración descriptiva hace que se pueda sentir que está en el frente y a la vez ser testigo de la desolación y la muerte que rodea a los soldados. Sin embargo, su narración también puede ser introspectiva si uno se fija en lo que Paul nos da a entender con sus reflexiones sobre la guerra, al dejar en claro lo mucho que ha impactado su vida.

En resumen, Sin novedad en el frente es una historia que nos muestra las consecuencias de la guerra en los soldados, los cuales saben que no volverán a ser los mismos si llegan a salir vivos del frente. La guerra no es más que desolación, dolor y muerte para todos aquellos que están en ella como también para las familias de ellos. Es una historia que nos deja en claro que en la guerra nunca hay ganadores y que solo deja destrucción de todo tipo. Una historia antimilitarista que sin duda recomiendo.

Adenda: En estos días me he encontrado enferma, por lo que esta es la razón de la brevedad de esta entrada, además de que tuve que cambiar la lectura por problemas con la que había empezado inicialmente. Me disculpo al punto que, si lo desean, en alguna ocasión haré una mejor entrada.

 

BIBLIOGRAFÍA

Remarque, E. M. Sin novedad en el frente.

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