LA MUERTE Y LA BRÚJULA
La entrada de esta semana es el cuento de Jorge Luis Borges, La
muerte y la brújula, que aparece en la compilación de cuentos Ficciones,
publicada en 1944.
El argumento de La muerte y la brújula consiste en la investigación
de un asesino serial, realizada por el detective Erik Lonnröt. No se menciona
en qué ciudad se desarrolla la historia pues tiene muchas pistas
contradictorias como el excesivo uso del francés, que podría asociarla con una
ciudad francoparlante; pero también se menciona los Ferrocarriles Australes,
como se conoce a una de las líneas ferroviarias en la región de Tierra del
Fuego, en Argentina.
No había muchas pistas claras para Lonnröt pero entre las pocas que
había se encontraban:
- Las tres víctimas eran de origen judío (el rabino Marcelo Yarmolisnky, el criminal Daniel Simón Azevedo y Gryphius-Ginzberg-Ginsburg, un informante).
- Los asesinatos se desarrollaron en un día 3 (3 de diciembre, 3 de enero y 3 de febrero), ocurriendo en lugares distintos de la ciudad: el primero en un hotel del norte, el segundo en una pinturería del oeste y el tercero en una taberna en el este.
- Cada asesinato tiene una nota que dice: La ˂número ordinal˃ letra del Nombre ha sido articulada. Gracias al conocimiento bíblico de Lonnröt, pronto se ha evidente que se refiere al tetragramatón, las cuatro letras que componen el nombre de Dios1: יהוה.
Lonnröt no se cansa de intentar resolver el misterio a pesar de las
continuas confusiones que dan del caso los diarios. Después de encontrar una
pista prometedora sobre la ubicación de los lugares en los que ocurrieron los
asesinatos, se va a una quinta ubicada en Triste-le-Roy. El final termina
siendo sorpresivo pues uno de los sospechosos termina siendo el autor
intelectual de los crímenes, hechos para atraer a Lonnröt y acabar con él.
Lo que se puede decir de Erik Lonnröt es que un hombre dedicado a
su trabajo. Siendo bibliófilo y un conocedor del hebreo y el judaísmo, usa sus
habilidades para resolver los crímenes que parecieran estar relacionados con el
idioma hebreo y con la religión judía. Cuando encuentra el lugar donde va a
ocurrir el cuarto crimen, acude a él como si de un deber se tratara; lo cual
también haría cuando entiende que no saldrá vivo de allí.
En este cuento se ven muchos giros inesperados pues Lonnröt es
mostrado como un detective erudito que debe resolver una confusa serie de
crímenes. Pero de lo que en realidad no se da cuenta es que se está metiendo en
la boca del lobo hasta que ya es tarde y sólo puede aceptar su destino. Cuando se
comprende la secuencia de eventos uno se da cuenta que el asesino tenía
planeado todo para atraer a Lonnröt (las referencias hebreas, el número 3, los
puntos cardinales) y poder darle muerte.
También se ve un problema que siempre se ha hecho evidente: la
malinterpretación de los medios de comunicación. Algunos diarios ofrecen una
hipótesis conspirativa, en la que se hablaba de un supuesto pogromo2
mientras que otros aseguran que se trata de un asesino serial que busca
provocar miedo. Todas estas suposiciones no perturban para nada a Lonnröt,
simplemente sigue haciendo su trabajo.
Este cuento me gustó por su estilo inesperado, algo típico de los
cuentos de Borges, su tinte de novela negra y sus referencias religiosas. Sin
embargo, es un cuento denso, que necesita ser leído de nuevo para poder
comprenderlo enteramente, lo cual ocurre mucho con Borges. Igual es un gran
cuento que vale la pena tener en cuenta para leer en un momento de ocio.
NOTAS
1 En
hebreo la escritura se realiza de derecha a izquierda, no de izquierda a
derecha como en el alfabeto latino.
2 Matanza y
saqueo de bienes materiales a un grupo determinado, ya sea étnico o religioso.
A menudo este término es empleado para las agresiones en contra de la población
judía.
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