CENTENARIO DE ROALD DAHL: LA SEÑORA BIXBY Y EL ABRIGO DEL CORONEL
Esta semana se festejó el centenario del natalicio del escritor
Roald Dahl, conocidos por sus libros infantiles tales como Charlie y la fábrica
de chocolates, Las brujas, Matilda y James y el melocotón gigante, aunque estoy
segura de que la familiarización con su nombre se debe a las numerosas
adaptaciones fílmicas de sus novelas.
Sin embargo, como estamos en septiembre que en nuestro país es el
Mes del Amor y la Amistad, no voy a hablar sobre alguna de sus novelas
infantiles, sino uno de sus cuentos para adultos los cuales, si bien tienen un
estilo tan retorcido como sus libros para niños, son mucho menos conocidos.
Estos cuentos fueron adaptados en series de televisión de suspenso como Tales of the Unexpected o Alfred Hitchcock presents. Uno de esos
cuentos es La señora Bixby y el abrigo del coronel.
A pesar de que se trata de una pareja, este cuento no trata sobre
el amor y no tiene el humor negro que suelen tener los libros infantiles de
Dahl. En realidad, trata sobre la infidelidad pero al igual que los cuentos y
las novelas de Dahl, ya sean infantiles o adultos, tiene un giro inesperado, a
veces macabro. En particular, sus cuentos para adultos se asemejan mucho a los del
también británico Hector Hugh Munro, conocido como Saki.
En total, La señora Bixby y el abrigo del coronel tiene cinco
personajes: los Bixby, el coronel, el prestamista y la señorita Pulteney, la
secretaria del señor Bixby. Los Bixby eran una pareja casada que vivía en Nueva
York en donde el señor Bixby trabajaba como dentista. Una vez al mes, la señora
Bixby viaja a Baltimore a verse con una tía anciana que vivía allí pero en
realidad ella iba a verse con su amante, un hombre de clase acomodada al que
llamaban el coronel. Cuando pasaba un día con el coronel, acudía a ver sus
cacerías, cabalgaba y compartía tiempo junto a él, todo ello a espaldas de su
esposo durante ocho años.
Después de ese tiempo, la señora Bixby viaja a Baltimore sin saber
que sería la última vez que se verían. A cambio, le regaló un hermoso abrigo de
visón que aunque encantó a la señora Bixby, no sabía qué hacer con él pues era
evidente que el abrigo era costoso y de ninguna manera podía usar de coartada a
su tía, cuya situación económica no le permitía comprarse ese tipo de
elementos.
Sin muchas opciones, decide ir a una casa de empeños para dejarlo
allí y el prestamista le da cincuenta dólares cuando el abrigo podría valer al
menos cinco mil dolares1. A pesar del poco dinero que le ofrece,
ella lo acepta a cambio de no colocar ningún nombre, dirección ni
especificación, para suspicacias del prestamista.
Finalmente llega a su apartamento y encuentra a su esposo haciendo
sus deberes. Ella le habla a su esposo sobre un supuesto billete de lotería que
encontró en la calle pero él lo reconoce como una papeleta de empeño. La señora
Bixby le dice que va a reclamar pero el señor Bixby quiere hacerlo él mismo
pues teme que su esposa sea estafada por el prestamista así que decide ir él
mismo. Ella no puede hacer nada más que aceptarlo.
En la tarde, ella llega al consultorio de su esposo y este le
muestra el objeto que sacó de la casa de empeños, pero no es el abrigo sino una
estola o cuello de visón. La señora Bixby queda tan impresionada como decepcionada
aunque acepta la estola para no herir a su esposo y piensa en reclamarle al
prestamista por estafar a su esposo. Sin embargo, al final hay un giro
inesperado que explica la desaparición del abrigo.
La señora Bixby es una mujer que encuentra en el adulterio una
salida temporal de la monotonía y el aburrimiento que le produce su vida de
casada. Pero esta salida se rompe cuando el coronel le da un regalo de
despedida pues para él la relación se ha desgastado.
El abrigo de visón se convierte en un problema pues la señora Bixby
no tiene idea de cómo explicarle a su esposo de dónde sacó un abrigo tan
costoso. La coartada de su tía no funcionaría así que ella lo empeña pero
cuando parecía que todo saldría bien hay algo que rompe el plan.
Este cuento es un ejemplo de un recurso narrativo o un tropo
llamado levantar su propia trampa. Significa que alguien termina siendo vencido
a causa de su propio plan. En el caso de la señora Bixby, ella quiso evitar que
su infidelidad saliera al descubierto y pensó que podría recuperarse su
precioso y valioso abrigo pero en su lugar descubre la infidelidad de su esposo
y que no puede confrontar porque tendría que sacar a relucir la suya.
Este cuento me ha gustado por el estilo que comparte con los de
Saki aunque no tiene el toque macabro de este último. Para aquellos que quieren
algo de Dahl que no tenga que ver con el género infantil, su recopilación
Cuentos completos en donde aparece La señora Bixby y el abrigo del coronel es
una gran opción.
NOTAS
1 Unos
cincuenta mil dólares a 2015.
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